Hace ya un tiempo que las compañías discográficas han avistado el iceberg de la crisis. La colisión parece cada vez más inminente, así que abundan las nuevas estrategias para intentar evitar el naufragio. La solución tradicional del siglo pasado era (lo sigue siendo en bastantes casos) reducir la plantilla y deshacerse de los artistas cuyas ventas no superan los 50.000 ejemplares. Se trata de la regla del disco de oro: si no lo alcanzas, a la calle.

La piratería desgasta a un sector que observa atónito cómo la demanda de música aumenta mientras las ventas siguen cayendo. La música se ha desvinculado del soporte físico. Y las reglas del juego y los hábitos de consumo han cambiado. Las compañías ofrecen discos y el público descarga canciones. Así que las discográficas intentan atraer a los consumidores lanzando desde DVD --una práctica ya consolidada-- hasta ediciones limitadas y especiales, formatos de lujo y todo tipo de extras. "El futuro no es optimista, por lo menos para las grandes estructuras tal y como las conocemos. Los costes fijos son demasiado grandes y las ventas masivas escasean, ya sea por un exceso de oferta, por el pirateo o por la baja calidad media de los productos", observa Jordi Sancho, jefe de promoción en Catalunya de la multinacional Warner-Dro. Sancho cree que la música goza de buena salud --"la cantidad de conciertos es el mejor indicador"--, pero "van a proliferar los contratos por obra, y habrá más movilidad laboral entre músicos y profesionales. Los que tengan ganas de currar y tocar seguirán sin problemas, pero los que busquen ser estrellas lo tienen crudo, a menos que descubramos un nuevo formato que no se pueda piratear, no se venda en la calle y todo el mundo acepte".

Nadie duda de que hay que actuar. Y rápido. La crisis ha pillado a la industria con el pie cambiado, de modo que las recetas ensayadas para hacerle frente son de lo más dispar. Aquí se consignan algunas de ellas.

Los tonos y melodías para teléfonos son una suculenta fuente de ingresos. La revista Billboard les dedicó un ránking especial, pero ahora ya invaden las listas de ventas generalistas (el disco Crazy frog , surgido de un politono, desbancó a estrellas como Oasis y Coldplay). "La evolución es tan vertiginosa que los politonos ya son historia --observa Narcís Rebollo, director de Vale Music--. Lo que impera son los tonos reales y el backrington : el tono real que se instala en el móvil para que lo escuche quien te llama. Pero el rey de las descargas será el videotono". Rebollo explica que su discográfica es pionera en este campo, porque el márketing de sus productos está asociado a programas de televisión: "Es nuestra mejor aliada porque genera éxitos musicales".

LOTERIAS Y COLONIAS

Vale Music es quien más descoloca con sus anzuelos extramusicales. La pasada Navidad regaló una participación de lotería en cada compacto de Rosa. "Hicimos una edición limitada de 100.000 ejemplares y fue un éxito", asegura Rebollo. Ahora, la estrella de la casa es María Isabel, y hay que aprovechar su estela.

"Nuestro proyecto más inmediato es el perfume María Isabel Número 2, que se venderá en perfumerías y centros comerciales. La caja incorpora un DVD con imágenes de la grabación del disco así como un avance del mismo, e imágenes de la gira y un vídeo fotográfico". El lanzamiento coincide con el nuevo disco de la precoz artista, con una canción con el mismo nombre y una muestra de la colonia. "Ambos productos, CD y perfume, son complementarios y buscamos su sinergia".

Rafa Madroñal, jefe de producto de Sony-BMG, explica que su compañía ya trabaja con el formato del futuro. La multinacional, la misma que ha lanzado la videoconsola Playstation portátil, sacará en noviembre un DVD de La Oreja de Van Gogh, "imposible de piratear", en UMD (un compacto todavía más pequeño que el minidisc), sólo apto, de momento, para este superjuguete. El siguiente lanzamiento no tendrá nada de ñoño: un directo de Iron Maiden.

Manu Guix ofreció un recital en Luz de Gas que salía gratis a quienes llevaran su disco; y viceversa, quien compraba la entrada, se llevaba el CD de regalo.