La decisión de Sony tiene más que ver con cuestiones comerciales que tecnológicas, según coinciden en señalar diversos fabricantes consultados. "La calidad que da el plasma en medidas grandes no la da el LCD", argumenta Jordi Rincón, jefe de márketing de televisores en Panasonic España. "El plasma es la mejor solución para alta definición. Sigue y seguirá", asegura Eloy Rodríguez, jefe de márketing de Hitachi. Ambas compañías son los dos mayores fabricantes de plasmas del mundo. Otros productores son Samsung, Pioneer y LG-Philips, que venden bajo su propia marca o surten a terceros.

"El plasma está ya en la novena generación, llega a una vida de 60.000 horas y no falla", asegura Rincón. Tampoco los costes son decisivos. "Por pulgada, es más caro producir LCD que plasma, pero por escala, como se produce más LCD, es más rentable. Pero si un plasma de 63 cuesta 9.000 euros, un LCD se va a los 15.000", explica Hana Cho, de márketing en Samsung.