Microsoft aspira a convertir el Media Center que presentó en octubre en el núcleo del entretenimiento doméstico. La idea, un ordenador que actúa como servidor central y se comunica con otras pantallas a través de conectores inalámbricos, sin embargo, es una vieja obsesión de Bill Gates, a la que otros fabricantes se han apresurado a dar forma.

Es la visión del PC como centro doméstico opuesta a la de redes distribuidas relacionadas por tarjetas de memoria y aparatos de quita y pon que mantiene el grueso de los fabricantes de electrónica, con Sony y Panasonic a la cabeza. El reto es el software que lo unifique (y lo proteja) todo, y aquí es donde Microsoft aspira a ganarse un mercado.

Otros fabricantes, como Pinnacle o Acer, se le han adelantado. O incluso Philips, con soluciones de redes inalámbricas, conecta el ordenador al televisor y la cadena de música, e incluso, se puede controlar todo desde un mando a distancia tipo pantalla, el ipronto .

Pero también un fabricante de hardware como Acer ha entrado en la batalla con un programa llamado emode . "El 70% de lo que se necesita para construir un hogar digital son programas, soluciones prácticas y aplicaciones", explicaba Stan Shih, máximo ejecutivo de Acer.

Un experto en edición de vídeo como Pinnacle ha visto en ello una oportunidad de mercado. "La intención es convertir el ordenador en un centro de entretenimiento con mando a distancia", asegura Elena Sánchez, jefa de márketing en España.

Para implantar su modelo, Microsoft ha seguido su estrategia habitual de proveer la solución a los fabricantes de hierro. Sus principales aliados serán Dell y Toshiba, que proveerá con ellos su gama de portátiles en España, tan pronto esté disponible la versión en castellano, que todavía no tiene fecha.