Inglaterra tiene una nueva princesa de la canción. Leona Lewis saltó a la fama tras su paso por The X factor --un reality show al estilo Operación Triunfo cuya versión española, El factor X, fue emitido por Cuatro-- y ha alcanzado lo más alto de las listas de éxitos norteamericanas con su primer sencillo, Bleeding love . La canción forma parte de su primer álbum, Spirit , del que se han vendido más de dos millones de copias en todo el mundo y le proporcionó cuatro nominaciones a los pasados Brit Awards. Es la primera vez en dos décadas, desde el You keep me hanging on , de Kim Wilde, en 1987, que una solista británica llega al número uno en Estados Unidos.

Lo consiguió hace cuatro semanas gracias a su actuación en el show de Oprah Winfrey, organizada por su mentor, Simon Cowell, responsable del gran éxito que obtuvo en su momento Whitney Houston, a cuya voz, precisamente, recuerda mucho la de Lewis. La británica solo tiene 22 años, pero ha sabido introducirse en el mundillo musical "con naturalidad y esfuerzo", según su propia versión. A pesar de las reticencias que pueda suscitar que su triunfo se deba a un concurso televisivo, Lewis tiene formación como pianista, guitarrista y bailarina, ya que sus padres hicieron un gran esfuerzo económico para que su hija --la segunda de tres hermanos-- estudiase en el colegio de artes interpretativas Sylvia Young Theatre, por donde también han pasado artistas como Amy Winehouse.

Su talento no tardó en manifestarse. A los 12 años escribió su primera canción, y ganó un certamen de teatro londinense a los 13. Tras sus estudios musicales, antes de entrar en The X factor , Leona se pagó de su bolsillo, tras trabajar como camarera, las sesiones de grabación de un álbum con sus propias composiciones que nunca publicó.

La historia de Lewis parece un cuento de hadas en el que la chica pobre, guapa y bondadosa acaba casándose con el príncipe de sus sueños. Procedente de una familia humilde y multirracial --su padre es un afrocaribeño que se dedica a ayudar a jóvenes delincuentes y su madre, una trabajadora social de sangre irlandesa e italiana--, ha vivido en el barrio de Hackney, reducto de pobreza y marginalidad en el este de Londres. Muchos de sus amigos de entonces fueron víctimas del crimen organizado o pertenecieron a éste, y la familia Lewis no quedó al margen: su tío Dorian pasó ocho años en la cárcel por robo, y su primo Adrian Henry, con 14 años, formó parte de una pandilla que apaleó a una turista austriaca y la arrojó a un canal.

La artista no pasó inadvertida en los colegios donde cursó los estudios y donde la diferencia social entre ella y sus compañeros era considerable. La británica, en una entrevista concedida a The Times, bromeó comparando el tamaño de su casa con el de la cocina de las casas de sus amigas de la escuela. Otro de sus empleos fue el de recepcionista en una inmobiliaria y no se libró de aprietos económicos hasta que su aparición en The X factor la lanzó al estrellato. Su primera canción, titulada A moment like this , fue descargado de internet 50.000 veces en media hora y vendió un millón de copias.