Es justo esa noche. La noche que todo adolescente despreciado por sus compañeros, pasto de sus escupitajos y humillaciones, ha deseado disfrutar durante su largo vía crucis en el instituto. La noche en que la tía que te mola te invita a una fiesta en la que nadie te hará mucho caso excepto ella, que te esperará con una sonrisa en los labios a cambio de un buen surtido de alcohol.

Tú te llamas Seth, rompes la báscula cada vez que te pesas, dibujabas penes en erección cuando los demás dibujaban piratas o estrellas fugaces, y ahora eres un consumidor irredento de porno en internet y sigues teniendo un amigo del alma, un oyente fiel de tus quejas y deseos. Tu amigo se llama Evan y también está enamorado, y quiere perder la virginidad, y sabe que la chica que le mola estará en la fiesta, y que también necesita alcohol, y esa noche será el primer año del resto de tu vida, el año en que abandonarás a tu primer amor, que es tu amigo y compañero de viaje, para entrar en la edad adulta.

Seth (Jonah Hill) y Evan (Michael Cera) también son los nombres de los guionistas Seth Rogen y Evan Goldberg, que escribieron una primera versión de esta película, Supersalidos, cuando aún intentaban aprobar matemáticas en secundaria. La escribieron para ti. O sea, para todos. Porque todos, y no digáis "no" con la cabeza, os habéis sentido desplazados en una clase de química, os habéis enfadado con un colega porque sale con una chica sin decíroslo u os habéis encerrado a cal y canto en vosotros mismos en una fiesta de fin de curso.

"Supersalidos es un filme sobre el miedo a avanzar", dice el productor Judd Apatow. "Los personajes tienen miedo de ir a universidades distintas y separarse por primera vez. No hay nada tan doloroso como separarte de tus amigos del instituto. Ese miedo se convierte en obsesión por conseguir su objetivo: quedar con esas chicas". Apatow sabe de lo que habla porque forma parte de una generación de cómicos que, desde la televisión (Undeclared ) o el cine (Virgen a los 40 (2005), Lío embarazoso (estreno, 31 de octubre)) han intentado analizar el tránsito de la adolescencia (sexual, mental o emocional) a la madurez desde una perspectiva tan irónica como próxima con sus personajes. Supersalidos se aleja, en ese sentido, de la tontería testosterónica de la comedia juvenil con tendencias groseras para acercarse a un hiperrealismo jocoso y enloquecido, aderezado con la nostalgia de ese tiempo irrepetible llamado el tiempo del acné .

Seth y Evan no están solos. Seguro que no te sorprenderá si te digo que tienen un cómplice. Se llama Fogell (Christopher Mintz-Plasse) y se parece a esos científicos locos, o a esos informáticos que hace años que no ven la luz del sol, que de vez en cuando se quedan colgados contemplando el trasero de una chica en los pasillos del instituto. Fogell ha tenido una idea genial para desafiar a la justicia falsificando un carnet de identidad.