Hechos privados, que ahora se hacen públicos, y públicos que se rescatan. Una carta de amor que descubre un adulterio, la declaración de un funcionario expresando que es afecto al régimen de Franco, el proyecto de aeropuerto internacional de Cáceres de 1976 o el programa de mano de la actuación de Imperio Argentina en el cine María Luisa de Mérida en 1957. Proceden de los archivos provinciales de Extremadura y estos días se exponen en sus sedes de Cáceres (hasta el 5 de enero) y Badajoz (desde el 17 de enero).

La muestra viene sugerida por la aprobación de la Ley de Archivos y Patrimonio Documental de Extremadura del pasado 12 de abril y saca a la luz no sólo documentación oficial sino fotografías, planos, objetos de consumo (por ejemplo, una caja de aceite de ricino de 1946), libros, carteles o documentos privados.

Once apartados que abarcan diversos aspectos de la sociedad (la justicia, la economía, la sanidad, las obras públicas, la cultura o la agricultura, entre otros) dan a conocer la intervención de la Administración en la vida del ciudadano. ¿Y cómo lo hace? Por ejemplo, en 1974, la policía detuvo a un portugués en la frontera por contrabando de café. Detenido, ingresó en la prisión de Badajoz hasta su vuelta a su país un año después. En la exposición figuran dos documentos del expediente.

"He sido toda mi vida ferviente católico, completamente afecto al régimen", declara Sebastián Gómez, ingeniero jefe de Obras Públicas en uno de los expedientes de depuración (también expuesto) redactados por el franquismo para emplear a sus funcionarios entre 1936 y 1941.

La exposición recorre varios siglos: desde la carta de pago del pintor Luis de Morales por pintar, dorar y estofar el retablo de la parroquia de Alconchel en marzo de 1566 hasta otra del artista alemán Wolf Vostell, que pide el 10 de enero de 1959 permiso al gobernador civil de Cáceres para celebrar un baile con tocadiscos en el Hotel Ibérica con motivo de su boda con Mercedes Guardado.