Si es difícil hacer planes a corto plazo en la nueva normalidad que impone el coronavirus en el propio entorno, mucho más complicado parece hacerlos para todo un año completo y a cientos de kilómetros de casa. Esa es la razón principal que está frenando los programas de movilidad internacional, donde reinan las becas Erasmus. La incidencia ya se está dejando notar en la Universidad de Extremadura. A dos meses de iniciar el nuevo curso, algo más del 25% de los estudiantes extremeños que han conseguido una de estas codiciadas becas internacionales han renunciado ya a ellas. Rechazan estudiar durante un año en universidades de Italia, Portugal o Reino Unidos (algunos de los destinos más demandados), entre otros. «El escenario cambia cada día, hay mucha incertidumbre», señala Inés María Gallardo, subdirectora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Extremadura (UEx).

En concreto, según los datos facilitados por la institución, antes de que estallara la crisis sanitaria se había seleccionado a 437 estudiantes que disfrutarían de una beca Erasmus el próximo curso. Entre estos, hasta la fecha, se han producido ya 115 renuncias y mantienen sus planes por ahora 322 alumnos extremeños, «aunque se siguen produciendo renuncias». El resto de programas internacionales que tiene la UEx no se habían convocado todavía cuando comenzó la pandemia.

«Hay alumnos que están renunciado porque universidades de varios países seguirán cerradas en el primer cuatrimestre del próximo curso y solo para el segundo cuatrimestre prefieren no irse y también los hay que se van en esas condiciones. La situación es muy cambiante». Gallardo reconoce que ante el volumen de renuncias se ha planteado la posibilidad de posponer la beca un año, en lugar de cancelarla, «pero es que eso no depende solo de nosotros, sino de que la universidad que recibe a nuestros estudiantes quiera duplicar el cupo el siguiente año».

GRAN RECESIÓN / Pero no solo se perderán esta experiencia única en el extranjero muchos universitarios extremeños por culpa de la pandemia, sino también los que deberían vivirla en Extremadura. Y son muchos más. «En el caso de los estudiantes entrantes sí se ha producido una gran recesión. En Europa no han bajado mucho, pero los países de América Latina, que son los principales emisores, sí han reducido drásticamente el envío de estudiantes», señala Inés Mª Gallardo. La UEx perderá el próximo curso, por ahora, al menos el 60% de sus alumnos extranjeros, ya que de los más de 450 que se suelen recibir cada año, en estos momentos confirman su estancia en la UEx unos 150 estudiantes internacionales.

«Es una situación que no depende solo de lo que nosotros somos capaces de ofrecer, que en principio es una presencialidad adaptada segura y se ha demostrado con los exámenes de selectividad. Pero es que muchos de los alumnos internacionales vienen de universidad latinas y dependen de la situación en sus países de origen, que es complicadísima en estos momentos. Están muy limitados a la hora de hacer los visados, las gestiones necesarias....

La pandemia está trastocando las becas internacionales del próximo curso, pero también ha partido prácticamente por la mitad las experiencias de los que se encontraban de Erasmus durante el origen de la crisis. De los más de 400 alumnos de la UEx que estaban pasando este curso fuera, alrededor de un centenar ha regresado a Extremadura y la mayoría ha seguido las clases en las plataformas virtuales de sus universidades de destino. «Da igual que estuvieran en Roma o en Badajoz, pero han mantenido la beca Erasmus».

Luego hay otros, una minoría, que directamente la han anulado y han solicitado reincorporarse a la UEx y examinarse aquí con sus profesores. Gallardo reconoce que no ha sido fácil para estos alumnos. «Hemos estado en permanente contacto con ellos, informándoles puntualmente de toda la normativa que se nos iba comunicando, pero la decisión de regresar o no ha sido personal de cada alumno. La flexibilidad ha sido máxima porque entendíamos que era una situación bastante desesperada para los alumnos, que se van con toda la ilusión del mundo y se encuentran con esta situación».