"La primera vez que me subí a un escenario fue a los 11 años, en el aula de Clavellinas de Caja Extremadura. Profesionalmente lo hice a los 21 con El Público , de Lorca, dirigida por Lluis Pascual. Desde entonces no me he bajado, es donde más tiempo paso. Yo suelo decir que el teatro es mi casa, como las folclóricas: toda la vida en el escenario. Y además me divierte muchísimo". La artista cacereña Maruchi León habla, sonríe, gesticula, mueve las manos con soltura, clava sus ojos verdes, vocaliza con una corrección profesional. Es actriz y se nota al instante. Además, se encuentra especialmente motivada: hoy estrena la primera obra que ella misma ha escrito y puesto en escena con la colaboración de Mario Gas, Paquita Deconstruida , y para ello ha elegido el Gran Teatro cacereño (18.30 horas, 6 euros).

No es un capricho ni una casualidad. Maruchi dejó Madrid después de 20 años de vida acelerada, "pero maravillosa", para volver a su Cáceres natal en busca de tranquilidad, y ahora sabe que tomó la decisión correcta: "Solo echo de menos a los amigos, pero ya he recuperado otros de la infancia. Además, me paso medio año aquí y medio en otras ciudades, como Madrid o Barcelona, con proyectos, con montajes. Es un ritmo que me gusta, porque me permite pasar largas temporadas con mi hijo en Cáceres".

Maruchi León tiene hoy por delante un día especialmente significativo. A media tarde se subirá al escenario para interpretar al personaje que ella misma ha dado forma basándose en la obra Solo para Paquita , de Ernesto Caballero. Plantea una situación dramática muy potente que desarrolla en forma de comedia, con ritmo trepidante y varias incursiones: un humor singular, poemas de Bertold Brecht, Cernuda o Lorca, música de boleros, bajams y sobre todo la guitarra eléctrica del extremeño Antonio Amores, Woody , que acompaña y enriquece el viaje de Paquita , esa funcionaria ministerial enferma de amor. El público también entrará en la obra y participará de su terapia.

En definitiva, muchos elementos "para expresar que el amor hay que querer descubrirlo, romper las etiquetas y conceptos que tanto mal nos han hecho (...), darnos la oportunidad de que surja el sentimiento primigenio", explica la actriz, deseosa de "subir al escenario para comunicarme con gente que hemos nacido en el mismo sitio, por tanto algún lenguaje común tendremos que hablar".

Maruchi León ya está perfilando su gira con la obra, que quiere llevar incluso fuera del país. Pero su residencia seguirá estando en Cáceres, "donde hago lo que me gusta: patino, medito, leo, voy a la compra, hago la comida para mi hijo, lo recojo en el cole..., una vida normal. Salir no salgo mucho de noche, porque soy madre, ya se sabe. Además, en Cáceres la gente me trata con mucha simpatía".