NUEVO HOSPITAL CACEREÑO

Médico

Hace unos días contaba cómo se gestó el actual hospital Materno Infantil, aledaño a la antigua Residencia Sanitaria, allá por el principio de los años 80, todo un logro asistencial, como así sucedió en otras ciudades españolas tanto en años previos como posteriores. Si bien es cierto que en los años 90 el hospital Nuestra Señora de la Montaña, hasta entonces dependiente de la diputación provincial, se integra en la red del Insalud, lo cual supuso una duplicidad asistencial, no justifica en forma alguna las actuales pretensiones de los responsables sanitarios de construir un hospital de 300 camas en la zona del Cuartillo y mantener otras 250 aproximadamente en el actual hospital San Pedro de Alcántara.

Cuando hace ya algún tiempo se plantea la necesidad de un nuevo hospital para el área de Cáceres, salvo ilusión amnésica por mi parte, creo que es creencia general que dicho hospital sería un centro único en el que estarían todos los servicios existentes en la actualidad y aquéllos de nueva creación y con demanda asistencial que acerquen los servicios a la población del área y de la provincia, sin necesidad de desplazamientos hasta el hospital regional, actualmente saturado en muchas de las especialidades de referencia.

Lógicamente, el San Pedro de Alcántara, actualmente en su fase final de remodelación, necesita un uso con mucha menor carga asistencial que la actual, que bien podía ser en un futuro para atención geriátrica, camas de media y larga estancia, de las que tan faltos estamos por estos lares y como así se recoge en el Plan de Salud de Extremadura 2001-2004.

Con independencia del número de camas que el nuevo centro hospitalario deba tener, será motivo de nuevas reflexiones. Pero por mucho que la tendencia sea a la baja ante la ambulatorización de los procesos y un sinfín de cuestiones más a considerar, no parece probable que el nuevo centro, de ser único, pueda ser inferior a las 500 camas. De cualquier forma, es de esperar que se elabore un plan funcional que determine las necesidades. De lo contrario estaremos ante un presupuesto previamente determinado (48 millones de euros) que será el que ponga coto a las ilusiones de los cacereños. ¡Ya veremos!