Dialécticasiniestra

La transición política llevada a cabo por los políticos franquistas y los partidos políticos de la oposición (que no democráticos) es una de las históricas traiciones hechas al pueblo español. La transición política es un proceso secreto y anónimo para repartir poder, es decir, para ocupar la administración. De política no saben nada. Pero haciendo creer al pueblo que tiene capacidad de nombrar, controlar y deponer a sus gobernantes. Para someter al pueblo a la actual servidumbre utilizaron las siguientes estrategias:

1.º) Hicieron de los partidos políticos el único cauce de participación política en el Estado.

2.º) Potenciaron las clientelas, asalariados y escuderos de los partidos con puestos de trabajo en la administración y fuertes asignaciones económicas estatales y extranjeras.

3.º) Los partidos políticos se constituyeron en garantes del status socioeconómico vigente, renunciando a la consecución de una sociedad más justa y democrática.

4.º) Los partidos legalizados se comprometían a que sus militantes fueran meros ejecutores de los planes de sus capos.

Y 5.º) Los partidos políticos legalizados por Suárez se comprometían a ser la versión plural del Movimiento Nacional.

La relación entre esta clase de cleptómanos y el pueblo cobarde es de una dialéctica siniestra, dándose una estructura de humillaciones sucesivas que comienzan por entregar cada uno su propia casa y termina, como se ve a diario, en los grandes centros financieros. Decía Robert McNamara, expresidente del Banco Mundial, que "hacernos amigos de esos hombres no tiene precio".

ANDRES TALAVERO. Cáceres

Carta abiertaa Brozas

Hace casi dos años los padres de Brozas decidimos, en asamblea y por mayoría aplastante, que nuestros hijos no entraran en clase al inicio de curso para reivindicar un CESO (que aún no tenemos) y a la vez decidimos montar una escuela alternativa que funcionó durante el primer trimestre de ese curso. Por aquel entonces, el equipo de gobierno socialista de nuestro ayuntamiento nos acusó, a la mayoría, de estar dividiendo y enfrentando al pueblo, defendiendo de esta forma a la minoría y a sus intereses partidistas, ya que tenían órdenes estrictas del señor Ibarra que debían cumplir.

Ahora, en julio de 2003, vuelve a aparecer el enfrentamiento, pero ahora más posible y más real, y quien promueve es el equipo de gobierno socialista de nuestro ayuntamiento. Lo hace para defender los intereses de un empresario en concreto, argumentando que es para mantener y crear más puestos de trabajo, cierto, pero no a cualquier precio. El PSOE de Brozas se dedica en estos momentos a culpar a PP e IU de que ellos son los culpables de que se haya parado una obra que servirá, en breve plazo, para aumentar el trabajo en Brozas, pero quién se puede creer tal monstruosidad, y a la vez está sembrando entre sus participantes el encono y la ira hacia la oposición, que lo único que hace es velar y defender los intereses del pueblo. Cuando realmente lo que debería hacer el PSOE brocense es explicar cuáles son los auténticos motivos por los que se ha parado la obra que estaba dando trabajo y que va a crear más en el futuro; que explique a todo el mundo, no sólo a sus afiliados, la realidad, pero que no engañen a nadie más. ¿Por qué no dieron garantías de terminar la obra con los 20 millones de las antiguas pesetas que estaba dispuesto a dar el empresario en cuestión a cambio de siete años más de arrendamiento, en el pleno celebrado el pasado 14 de julio? Sencillamente, porque con ese dinero no es suficiente. Entonces, ¿dónde está el fallo? Pues en una mala planificación de la obra y una mala gestión del proyecto. Y si no es así, que nos lo expliquen a todos los brocenses.

AMBROSIO TORNAVACAS VINAGREBrozas