XExn 1938, con la contienda aún latente, se inauguraba en la capital cacereña un monumento , yo le definiría memorial en forma de gran cruz latina, en mármol, en un estilo monumentalista muy al gusto del régimen de Franco.

Durante un tiempo, por la amplitud del espacio y por su significado, fue el lugar elegido en Cáceres para ceremonias, tanto de exaltación del régimen como de homenaje a los caídos, juras de bandera y zona de concentración de manifestaciones de afecto. Aunque en honor a la verdad, en pocos años estas ceremonias pasaron a Santa María, donde en el hastial del oeste, junto a la puerta se pueden ver esculpidas en la pared las letras del nombre del mentor de la Falange, José Antonio Primo de Rivera .

Efectivamente en los primeros años de existencia del memorial había una plaza que rezaba: "A los caídos por Dios y por España". Para erigir el memorial se pensó en un gran espacio circular en lo que ya se adivinaba como ensanche de la ciudad, en una encrucijada de donde partían las carreteras a Mérida, Salamanca, Medellín, el camino de la estación, Cánovas y la Ronda del Carmen. Sitio de gran prestigio industrial ya que en sus esquinas se situaban algunas de las industrias importantes de la ciudad: almacenes de Sobrinos de Gabino Díez, de Patricio Fernández, de Colonias García, la Casa de Cemento con una de las primeras gasolineras de Cáceres, el Fielato del ayuntamiento, el emblemático Parador del Carmen y el no menos mentado Bar el Globo . Pero quizás la decisión de elegir el emplazamiento venía dada por los nombres que iban a denominar a algunos de esos caminos conocidos hasta ese momento, como avenida de Portugal o avenida de Alemania, todas ellas con regímenes similares.

Pero si el nombre oficial era Cruz de los Caídos, pronto se convirtió en uno de esos sitios con personalidad independiente dentro del tejido urbano con nombres como Caleros, la Plaza, Pintores o Cánovas, que su sola mención ya supone un estudio de detalle, y este será la Cruz , así a secas. Expresiones como quedamos en la Cruz , salimos desde la Cruz , vivo en la zona de la Cruz , eso está por la Cruz se van incorporando poco a poco al lenguaje de lo cotidiano. Ciertamente algunos verían el memorial como algo propio de los vencedores y por tanto ofensivo para los vencidos; pero precisamente por eso un buen alcalde de Cáceres, el socialista Juan Iglesias Marcelo , cambió el sentido del memorial dedicándolo a los caídos de Cáceres en todos los tiempos. Si en el plano cotidiano ya era la Cruz , sin más connotaciones que las justas, en el plano oficial ampararía a todos los cacereños sea cual sea el conflicto en el que perdieron la vida.

Su posible traslado, que no se puede definir como imposible, porque no hay nada imposible, debe, en mi opinión, estar al menos muy justificado. Si la razón es un revanchismo trasnochado de aquel otro revanchismo, yo me opongo. Si la razón es de tráfico, pues miren, a lo mejor hay que dedicar el dinero que se usaría para trasladar la cruz a mejorar la conducta al volante de los conductores o pensar en otras soluciones como puede ser la del traslado del memorial a otro punto de la misma plaza, construcción de viales subterráneos o ubicación en otro punto de la ciudad pero, en cualquiera de los casos, con toda la dignidad que merece el memorial a los muertos de Cáceres en todos los tiempos y en todas las guerras, que casualmente es una cruz, porque estamos en la esfera de la civilización cristiana occidental y es el símbolo que mejor nos define.

*Director del Centro de Educación de Adultos de Cáceres e historiador