WLwa ONG Save the Children y el Defensor del Menor de Madrid reiteraron ayer su petición de modificar el Código Civil para recoger de forma explícita que los padres no pueden castigar físicamente a sus hijos. La secretaria de Estado de Servicios Sociales, Amparo Valcarce , afirmó hace casi un año, tras una reclamación similar de Unicef, que el Gobierno estudiaba esta reforma legal. A pesar de ello, desde entonces el Ministerio de Justicia no ha dado pruebas de estar desarrollándola.

Cuando, según el CIS, casi el 60% de los españoles creen que es necesario pegar a los niños en algunas ocasiones, una reforma de este tipo tendría valor pedagógico y simbólico. La ley civil debe subrayar lo qué es normal y socialmente admitido, y resulta necesario que deje claro que la violencia no es educativa ni correctiva. Pero deben quedar claramente deslindados los malos tratos y las agresiones regulares a los menores, una forma de violencia doméstica que merece al menos tanta atención como la violencia contra la mujer, de los casos ocasionales en que, siempre incorrectamente, se ponga la mano sobre un hijo sin intención de causarle daño. Creemos que sería absurdo perseguir penalmente estas bofetadas, por irracionales e injustas que sean.