WUwn juzgado de Cáceres está investigando una presunta trama de ilegalización fraudulenta de inmigrantes. Según la Subdelegación del Gobierno, en el último proceso de regularización de extranjeros se han detectado 35 expedientes --una minoría, es cierto, frente a los más de 1.300 tramitados-- de los que cabe sospechar fraude, puesto que en unas ocasiones aparece como empleador un menor de edad y en otras las firmas de los empleadores que suscriben los impresos no corresponden con las de los documentos de identidad que aportan. Todavía es prematuro sacar conclusiones y establecer culpabilidades porque la investigación no ha hecho más que comenzar, pero de este caso cabe sacar ya algunas conclusiones: la diligencia y el rigor con que ha actuado la Subdelegación del Gobierno, dando traslado a la Fiscalía de lo hallado, y la cada vez mayor frecuencia con que aparecen casos de mafias, corrupción, estafas... aprovechamiento, al fin, de los inmigrantes, personas que están viviendo en circunstancias tan difíciles que, aun con la documentación en regla, se encuentran en permanente situación de inferioridad, de tal modo que raramente logran escapar de la condición de víctimas. Por eso hay que celebrar que se detecten y se persiga a los aprovechados.