TEtl Plan General de Ordenación Urbana persigue crear un espacio de futuro armónico y agradable para Cáceres, pero todo apunta a que no será ni lo uno ni lo otro dada su frenética determinación por acabar con la estética y el alma del entorno. Engendrado por padres de ideología envejecida en el cemento, frente a toda cultura medioambiental, el plan relega los espacios urbanos que hacen vibrar la existencia cacereña. Esa finalidad de la construcción, por encima de todo, complica la vida ciudadana de la mano de constructores a quienes no preocupa la felicidad de las próximas generaciones. Llevando la estación del AVE a terrenos remotos se destruye la estética (y tal vez la ética), la cohesión y el equilibrio de la ciudad. Propugnando que el ladrillo asole el Paseo Alto, La Montaña y las Zepas, se asfixia, en un contorno escaso de espacios verdes, cualquier señal de vida de futuro. Es triste un proyecto abotargado por la ignorancia, la avaricia y el desprecio y más triste ver un poder público incapaz de poner a trabajar al sector privado en la dirección adecuada para lograr una ciudad y un entorno humano y habitable.

*Licenciado en Filología