Si el referendo es la manifestación de la democracia directa, exigida por la Constitución para las leyes más importantes, la sospecha de que los ciudadanos se disocian de las propuestas políticas es difícil de evitar. Lo ocurrido en Andalucía es una segunda edición, corregida y aumentada, de lo que pasó en Catalunña. Andalucía ha reducido al 36,28% la asistencia electoral, que en Cataluña fue el 48,85%. En ambos casos, el referendo de renovación de los estatutos ha motivado la indiferencia de la mayoría de electores.

La política en España está distribuyendo sus espacios entre la confrontación y la indiferencia. La confrontación se ha instalado en los medios de comunicación, prácticamente la única referencia que les llega a los ciudadanos, y la indiferencia se manifiesta en el incremento de la abstención sobre los asuntos que la clase política considera fundamentales. No hay merma en la legalidad y legitimidad de los resultados, porque cumple con la ley que los votos afirmativos sean más que los negativos, pero constituye una tendencia que nos aleja de la concepción clásica que de la política existe en los países con más tradición democrática.

Para reforzar la teoría de que la confrontación está en la raíz de esos males, basta comprobar que la primera explicación de los partidos andaluces sobre la abstención son reproches cruzados como sustitutivo del análisis sociológico y político. Cobra impulso la deconstrucción de la democracia. Si los ciudadanos como sujetos y protagonistas debieran ser la razón de ser de la política, ocurre cada vez más que los políticos manejan los asuntos de los ciudadanos sin que estos se sientan implicados. Las consecuencias de que solo sea noticia la pelea política impedirán que los matices afloren para que cada ciudadano pueda encontrar sus vectores de coincidencia con las propuestas políticas.

Metidos de lleno en periodo preelectoral, deberíamos estar preparados para un paulatino alejamiento de los ciudadanos de la política, porque toda la mística de la representación quedará sepultada por la confrontación. Nos espera un aumento de la abstención.

*Periodista