Con la constitución del Ayuntamiento de Cáceres, el reparto de las respectivas concejalías y la asignación de las funciones de los servidores públicos se inicia una nueva legislatura. Los 11 concejales del Partido Socialista, el de Izquierda Unida y el de Foro Ciudadano, han conformado una mayoría democrática contra la oposición de los 12 concejales del Partido Popular. Hasta aquí todo normal.

Una de las esencias de la democracia radica en llevar a cabo los esfuerzos necesarios para posibilitar las llaves de las mayorías, a falta de las absolutas. Y que en Cáceres, a partir de la normalidad de un pacto entre el Partido Socialista e Izquierda Unida, ha forzado Felipe Vela , de Foro Ciudadano. ¿Lo ha hecho por prestar un servicio de un más que impagable esfuerzo ciudadano, gracias a sus escasos dos mil y pico de votos y por cuyo favor le quedaremos eternamente agradecidos? ¿Lo ha hecho porque el pulso de las negociaciones para gobernar lleva a las minorías a concederse un valor de incalculable precio político contra la insuficiente y fuerza de los partidos mayoritarios? ¿Lo ha hecho por honradez, generosidad y sentimiento democrático?

Sea como sea a veces la prudencia y la sensibilidad no forma parte de la exquisitez de la discreción pues se desvelan algunos principios de acuerdos y aspectos formales que, tal vez, podrían desvirtuar las esencias de la propia dinámica democrática.

PROBABLEMENTE uno de los aspectos de mayor consideración e interés político a lo largo de estos próximos cuatro años va a ser la dimensión del Consorcio Cáceres 2016 , nacido con el objetivo de llevar a la ciudad a alcanzar la Capitalidad Cultural Europea del año 2016, con un director-gerente, Teófilo González Porras , de reconocido prestigio, y nombrado, escasas semanas antes de las elecciones, de forma unánime, por los representantes de las ocho instituciones que forman parte de dicho Consorcio, y entre las que se encuentra la misma Junta de Extremadura, la Universidad, las cajas de ahorro, las diputaciones y las alcaldías de las capitales. Instituciones con representantes tanto socialistas como populares. ¿Acaso ignoraban los mismos la proximidad de las elecciones municipales?

Una vez que la alcaldesa socialista cacereña, Carmen Heras , y el único concejal de Foro Ciudadano, Felipe Vela, llegaron al acuerdo de que este último ostentara la presidencia ejecutiva de Cáceres 2016 , una figura que no existe ni se observa en los Estatutos del Consorcio Cáceres 2016 , a cambio del apoyo político ¿cómo reaccionarán las demás instituciones del Consorcio ante ese pacto político del que queda colgada y del que depende la mayoría absoluta del tripartito cacereño? ¿Estaban los máximos responsables socialistas y populares en las claves de los acuerdos Carmen Heras y Felipe Vela? ¿Cómo es posible que una disciplinada militante socialista, como es Carmen Heras, cuya valía no ponemos en duda, tuviera la capacidad de señalar hace escasas fechas que la elección del señor González Porras fue eventual? ¿Acaso no sería eventual su propia elección, alcaldesa, si mañana mismo el señor Vela no alcanza la Presidencia Ejecutiva del Consorcio Cáceres 2016 y decide retirarle su apoyo? Y es que, si miramos a la propia condición humana, quizás razón no le falte a la señora Heras, porque eventuales somos todos los mortales y en todos nuestros cometidos o desempeños, incluidos los que se dedican a las tareas de dirigir las riendas de la política.

La política, y más aún la municipal, que es la más próxima y cercana a los ciudadanos de a pie, a cuyos representantes uno se encuentra con determinada frecuencia en el paseo de Cánovas, en la calle Pintores, en la plaza Mayor o de tapeo, representa un duro ejercicio de malabarismo. Pero de un malabarismo en el que es necesario mostrar cualificación técnica para llevar las riendas de las instituciones y los deberes asignados. Más que nada porque a uno, o a una, le pueden mirar por la calle y señalar como un ejemplo poco conveniente para las aspiraciones de tanta relevancia como las de Cáceres como capital Cultural de Europa. ¿Por qué no se pactan las mayorías políticas en función de los votos ciudadanos y no en cargos de la mayor relevancia? Sería, creemos, más lógico y racional.

Cáceres, Capital Cultural de Europa representa, hoy, la apuesta más impresionante, laboriosa y comprometedora del actual ejecutivo municipal. Y hay muchas ópticas, claves y enclaves como para permitirnos el lujo de que las minorías aprieten las clavijas en demasía a unas mayorías minoritarias y que tienen que sudar de lo lindo para posibilitar determinados acuerdos.

La ciudad de Cáceres, con la vista puesta en la Capitalidad Cultural de Europa, se enfrenta a una batalla de muchísimos obstáculos, pero podría servir, al mismo tiempo, de punta de lanza de la nueva imagen de la capital altoextremeña. Pero el juego político de las minorías debería de respetar en cierto modo la imagen de quienes hace escasas semanas llegaron a un acuerdo que prestigiaba la candidatura de la ciudad. Carmen Heras y Felipe Vela sabrán qué han hecho y qué deben de hacer. O, quizás, no.

*Periodista