Síguenos en redes sociales:

LA CARTA DEL DIA.

Congelación de sueldos

Un día sí y otra también están apareciendo en los medios de comunicación noticias referidas a: mociones, peticiones, recomendaciones, etcétera, demandando la congelación de los sueldos percibidos por los altos cargos de los partidos políticos: diputados, senadores, alcaldes, concejales, pertenecientes, indistintamente a Gobierno y Oposición. En algunos casos, esta llamada a la austeridad y solidaridad demandan alcance igualmente a jefes de gabinete y demás cargos de confianza.

Al parecer, la única discrepancia entre socialistas y populares radica en la paternidad de la idea. Lo triste del caso es que ninguna de las dos formaciones políticas son capaces de explicar (o no les conviene), el impacto que tendría dicha decisión sobre las arcas públicas.

¿Qué es lo que se pretende? ¿Dar ejemplo? Veamos: el sueldo de un diputado es de 3.020 euros mensuales, a los cuales debe añadirse otros 1.800 euros más en los casos de haber sido elegidos fuera de Madrid, unido a todas aquellas retribuciones percibidas por pertenecer a órganos internos de las mesas, comisiones, portavocías, etcétera. Mención aparte merecen los emolumentos percibidos por el presidente de la Cámara, 13.000 euros mensuales unidos a otras prebendas... (casa, vehículo, etcétera). Esta actitud pomposa y pretendidamente ejemplarizante, solo logra originar en el ciudadano contribuyente, la desagradable sensación de que le están tomando el pelo. Los políticos, en ocasiones, deberían observar un discreto silencio y así evitar el herir la dignidad de tanto pensionista y mileurista, auténticos protagonistas del sufrimiento que supone esa incertidumbre económica llamada crisis .

Otro planteamiento muy distinto sería que en lugar de congelaciones propusiesen reducciones . Tal medida sí tendría reconocimiento al representar un auténtico sacrificio por su parte. Todo lo demás solo les sirve (a los políticos) para protegerse de la idiotez del cinismo y eso, solo es burda frivolidad. Aunque nos cueste reconocerlo, no hay nada más injusto que la propia realidad humana.

¡Anímense! Siempre hay tiempo para rectificar y además dicen que es de sabios...

J. Tomás Cruz Varela **

Correo electrónico

Pulsa para ver más contenido para ti