Los ayuntamientos y la crisis

De todos es más que sabido que la inmensa mayoría de los ayuntamientos tienen dificultades económicas endémicas.

Algunos conocemos que aunque las causas son variadas, la principal de ellas es la necesidad de que, como administración más cercana al ciudadano, llevan a cabo políticas en muchas materias que son competencia de otras administraciones, principalmente y tras la primera descentralización, de las autonómicas.

Todos coincidían en que la anterior legislatura debía ser la que solucionara, de una vez por todas, esa desigualdad manifiesta. Y todos sabemos lo que ocurrió, sólo se habló de estatutos de autonomía, algunas comunidades seguían siendo insaciables y el presidente se convirtió en su adalid, en detrimento de las corporaciones locales.

Ahora, cuando la situación se complica sobremanera por la incidencia negativa que en los ingresos municipales tiene la crisis económica, parece que los partidos políticos representados en la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) se han puesto de acuerdo para reivindicar del Gobierno una solución definitiva. Se pide un nuevo modelo de financiación, que garantice, como dicen las leyes, la suficiencia financiera de las entidades locales y se pide un estatuto de autonomía local (vaya nombrecito que le han puesto) donde se contengan y regulen de una forma clara cuáles son las competencias municipales.

XPERO,x evidentemente si hay que obtener más financiación para una de las partes del Estado (las entidades locales), eso debe significar que hay que restarlo de alguna de las otras dos (Estado o CCAA). Y eso sólo se puede conseguir mediante un acuerdo a tres bandas, en el que, basándose en el principio de subsidiariedad, se haga honor a la realidad y se transfieran o deleguen a favor de los entes locales las competencias (ahora denominadas impropias) que realmente están aplicando. Y esa asunción legal de nuevas competencias, fundamentalmente autonómicas (segunda descentralización) debe ir acompañada de la financiación necesaria, de la que ahora se carece.

Si algo bueno ha traído la crisis ha sido la constatación de que deben ser los ayuntamientos los que apliquen las políticas de empleo, principal y casi único problema del momento, aunque no sean de su competencia.

Y así tenemos que el Estado acaba de publicar un real decreto ley creando un Fondo con 8.000 millones de euros para que los ayuntamientos inviertan en infraestructuras locales donde caben obras de todo tipo, desde una guardería a un tanatorio, desde una tubería de agua potable a una de saneamiento, desde una pista polideportiva a una residencia de ancianos. Y como quiera que la previsión del Gobierno es la creación de 200.000 puestos de trabajo (no 200 o 1.000, como diría el chistoso) uno de los requisitos para acceder a ese fondo es que esas infraestructuras deben ejecutarse con mano de obra desempleada.

Y así tenemos a la Junta de Extremadura, que ya ha anunciado otro Plan de Empleo Local por importe de 48 millones de euros y que, aunque aún está en pañales, parece que va a ser a la carta . Eso significa que cada ayuntamiento, una vez estudiada la situación de desempleo en su municipio, determine las necesidades de su mercado de trabajo. Después, en función de ello, será la Administración regional la que deba decidir cómo actúa en cada uno de los municipios extremeños.

La principal conclusión que debe sacarse de todo lo expuesto es que en situaciones de crisis, como la actual, es cuando se adoptan las decisiones más rápidas, eficaces y desburocratizadas. Y tanto el Estado como la Junta han tenido que idear planes que pasan por la indefectible implicación de los ayuntamientos. A ver si se dan cuenta de una vez de que son la administración más cercana a los ciudadanos y a sus problemas y que, por tanto, también es la mejor posicionada para buscar soluciones a los mismos y como consecuencia de ello, aprueban definitivamente la Segunda descentralización y la acompañan de la Financiación suficiente . http://www.elperiodicoextremadura.com/comunidad/blogs/josecarlosbote

José Carlos Bote es secretario-interventor de Administración Local