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Editorial

Alvear pone a Cáceres en la vanguardia del arte

En la tarde de ayer Cáceres entró en la vanguardia del arte de la mano de la galerista Helga de Alvear, poseedora de una de las mejores colecciones privadas de arte contemporáneo. Su disposición a que la Casa Grande, en el centro de la ciudad, sea la sede del Centro de Artes Visuales, que dará acogida a su colección artística, compuesta por más de 2.500 piezas de pintura, escultura y fotografía supone, sobre todas las cosas, un acto de generosidad para con Extremadura tan grande que corresponder con el mismo solo va a ser fácil porque la galerista no lo exige. Y es que Helga de Alvear ha demostrado tener el más raro, por excepcional, compromiso con esta tierra: el desinteresado. Lo demuestra el hecho de que la galerista considere que el día de ayer fue el "más feliz" de su vida, precisamente cuando deposita en manos ajenas el patrimonio artístico que ha ido reuniendo durante años, y que ayer mismo anunció su disposición "a seguir adquiriendo obras para Cáceres". Muestra también su confianza en Extremadura con la naturaleza del organismo que va a tutelar su colección a partir de ahora: la Fundación Helga de Alvear, cuyas decisiones las tomará ella misma, además de la Junta, el Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad y la Caja de Extremadura, instituciones que comparten la responsabilidad de mantener, cuidar y hacer del Centro de Artes Visuales un foco de atracción nacional e internacional.

Lo que se inauguró ayer es solo la primera parte del proyecto, que ha consistido en la restauración integral del viejo edificio de la calle Pizarro. Se completará --crisis mediante, puesto que cuesta 14 millones, 9 más que lo hecho hasta ahora-- con uno nuevo que permitirá los usos modernos de un centro de arte contemporáneo, que no se limitan a los espacios de exposición, centrados en el visitante pasivo, sino que será una institución que estudie, que involucre a los especialistas y a los aficionados con nuevas propuestas. Se inaugura con una exposición de 115 obras, titulada ´Márgenes de silencio´, que por sí misma da idea de la excepcionalidad de la colección y que solo por albergarla Cáceres podría mostrarla en lugar destacado de su relación de méritos para ser ciudad cultural de referencia europea en el 2016.

La inauguración de ayer --que el presidente de la Junta la situó al mismo nivel que el día en que Cáceres fue declarada Patrimonio de la Humanidad-- suma decisivamente en la competición por la Capitalidad, puesto que significa una apuesta de la que carecía la ciudad. A partir de ahora, el activo de la monumentalidad estará bien acompañado por el Centro de Artes Visuales, puesto que aúna la historia con la modernidad y diversifica la oferta de la ciudad. Pero, con capitalidad o sin ella, la institución que desde ayer está instalada en la Casa Grande hace de Cáceres y de Extremadura un punto de referencia de primer orden en el arte contemporáneo, que es como decir una institución de excelencia en la industria cultural.

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