Síguenos en redes sociales:

Nueva sociedad, nueva política

Enrique Pérez Romero

The Big Bang Theory

Miguel Sebastián fue una de las personas que formaron parte del círculo de confianza de José Luis Rodríguez Zapatero ; cuando este logró la presidencia del Gobierno, fue nombrado Director de la Oficina Económica del Presidente (2004-2006), y en la segunda legislatura fue elegido como Ministro de Industria, Turismo y Comercio (2008-2011). Fue una de las personas de mayor influencia en las decisiones económicas de los gobiernos de Zapatero. La semana pasada se publicaba un manifiesto bajo el título "Socialismo es libertad", firmado por nueve personas entre las que se encuentra el ex ministro, que reivindica abiertamente el liberalismo como parte de la ideología del PSOE, frente a las raíces de izquierda en lo económico.

Este manifiesto "saca del armario" a los liberales del PSOE, y deja claro que dentro de este partido centenario existe una importante pugna en lo que se refiere al programa económico: ¿socialista o liberal? Es bueno que esa pugna se produzca con luz y taquígrafos, y que veamos quién la gana. La aparición pública de esta corriente dentro del PSOE también confirma que, sociológicamente, estamos en algo parecido a la fase expansiva del Big Bang que dio lugar al universo, es decir, en un momento donde la materia tiende a disgregarse: movimientos ciudadanos, nuevos partidos políticos, numerosas corrientes y tendencias dentro de cada partido que atomizan enormemente el cuerpo social. Esto convierte la tarea política en algo mucho más complejo y al mismo tiempo mucho más apasionante. Uno de los retos de la nueva política es asumir esta realidad y aprender a gestionarla.

También la semana pasada, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó un avance de resultados del Barómetro de octubre. Cruzando los datos de dos respuestas relativas a la autoubicación ideológica de los españoles se pueden extraer conclusiones de interés. Una de ellas consiste en ubicarse entre la extrema izquierda (9,3%) y la extrema derecha (1,6%), declarándose la mayoría en el "centro" (30,7%) y el "centro izquierda" (29,4%); si sumamos quedan tres grandes grupos, 38,7% de izquierda, 30,7% de centro y 10,3% de derecha. Es mucho más útil otra respuesta que permite una definición más precisa, en la que un 14,4% se considera socialista, un 12,1% liberal, un 10,9% conservador, un 9,1% progresista, un 4,8% socialdemócrata, un 3,9% ecologista, un 3,8% apolítico, un 3,7% democristiano, un 3,3% nacionalista, un 2% comunista y un 1,5% feminista. Es importante recalcar que en esta segunda respuesta un 25,1% no sabe o no contesta, y en la primera ese porcentaje es del 20,3%, es decir, proporciones muy altas que hay que tener en cuenta.

LAS RESPUESTAS a esta segunda pregunta demuestran que la sociedad española es ideológicamente compleja. Es cierto que el bloque progresista (progresistas+socialistas+socialdemócratas+comunistas=30, 3%) sigue siendo superior al conservador (conservadores+democristianos=14,6%), pues aunque sumáramos el 12,1% de liberales --lo cual es discutible-- sería un 26,7%; si además consideramos progresistas a feministas y ecologistas (un 5,4%), ese bloque llega al 35,7%. Pero más allá de estas sumas que son un tanto voluntaristas y siempre coyunturales, lo más relevante es constatar que entre los dos grandes grupos bien definidos (14,4% socialistas y 10,9% conservadores) hay uno que por su peso seguirá siendo determinante en la política española (el 12,1% de liberales), y es ahí donde enlazo con el manifiesto presentado por Sebastián y esa corriente que habita en el PSOE.

La etapa de disgregación de ese Big Bang al que me refería proviene de una etapa anterior de integración, en la que la suma de voto a PSOE y PP ha rozado el 90%. Pienso que será mucho más sano este nuevo tiempo que el de concentración extrema de la materia ideológica, porque obligará a que cada uno se defina con mayor pureza y claridad. Sin embargo, para que la teoría científica del Big Bang no acabe en farsa, como la serie de televisión que da título a este artículo, hay que ser riguroso en el análisis de la situación.

Riguroso es afirmar que ni la extrema derecha ni la extrema izquierda tienen ni tendrán a corto plazo posibilidad de gobernar España. Riguroso es afirmar que lo que se ha llamado "centro" durante tanto tiempo es un espacio indefinido que siempre está escorado hacia uno u otro lado, y en el que los liberales pesan mucho. Riguroso es afirmar que vivimos en un país más progresista que conservador. Riguroso es afirmar que hay cerca de un 30% de la población a la que todo esto le resulta lejano o indiferente y quizá este es el dato que más debería preocupar. A partir de aquí, hay más dudas que certezas, y solo la observación atenta y sin dogmas de la evolución de nuestra sociedad nos permitirá acertar para consolidar la democracia en vez de ponerla en peligro.

Pulsa para ver más contenido para ti