Colau y Azúa

TEtn 2011, Félix de Azúa , uno de los "Novísimos" de Castellet, destacado representante de aquella izquierda divina barcelonesa, abandonó Cataluña para "que su hija no creciera en el odio a los españoles". Exiliado forzado, vive feliz en Madrid. Por aquella época, Ada Colau , en cuyo expediente académico de su Filosofía inacabada hay notables, sobresalientes y hasta seis matrículas de Honor, era una activista aguerrida, cofundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Barcelona y de peculiares y a veces agresivas actuaciones en defensa de los derechos de unos que podían incluir insultos a otros, como aquel "criminal" de 2013 en el Congreso, dedicado al secretario de la Asociación Española de Banca.

Azúa es hoy flamante miembro de la Real Academia Española y Colau, alcaldesa de Barcelona. Han progresado, sí, pero entre insultos. Lo primero que hizo Trías fue llamar mandona a la nueva regidora. Y después se la ha etiquetado de nepotista, arbitraria, o maleducada. Desde el exabrupto del ex alcalde hasta el del concejal del PP para el que, en un país serio, Colau estaría fregando suelos, algunas descalificaciones son machistas. Otras no. Y en mi opinión, rechazar las críticas con el anatema de machistas, es una de las imposturas más grandes de esta señora, experta en ellas y maleducada, ignorante e inoportuna con, por ejemplo, los militares y sectaria en muchas de las decisiones que toma, como retirar el busto del rey.

Azúa acaba de ser incluido en un libro titulado "Perlas catalanas. Tres siglos de colaboracionistas", de Viena Editors, según sus autores, una denuncia de "catalanes despreciables", que equipara ser esclavista, antidemócrata o negrero con sentirse español. A botifler habrá que añadir ahora el clasista y machista con que le ha replicado Colau por desear para ella un puesto de pescado en lugar de la alcaldía.

Yo opino humildemente que mi pescadero, con o sin carrera, es mucho más respetuoso que Ada. Y aunque esta no dejó de estudiar porque se aburría, a lo Valenciano , prefiero a los alcaldes --y alcaldesas-- con los estudios acabados.