Discrepante

Debe de ser la primera vez que un dirigente político haya hablado así de su partido: «Parece que en el PSOE se quiere acallar al que discrepa».

Se trata de Guillermo Fernández Vara y se refería a su propia discrepancia, que habría consistido en sugerir una «abstención patriótica» (y socialista) que permitiera al Partido Popular gobernar con el apoyo de Ciudadanos, tras los resultados del 26-J, porque «los ciudadanos están hartos de estar hartos», añadió.

Desde entonces, es decir, desde principios de julio, que fue cuando lo sugirió, Fernández Vara reconoce haber perdido el favor de Pedro Sánchez, líder socialista, como los clásicos perdían el favor del rey. Y es que Sánchez no ha vuelto a hablar con él y desde Ferraz solo le llaman para decirle que se calle.

Brevemente, este es el relato de por qué Fernández Vara se ha convertido en un «verso suelto» del PSOE y por qué es el objetivo de unas cuantas cuentas de Twitter donde se le califica de todo menos de socialista.

El verso suelto (Extremadura debe de dar muchos, y en forma de presidentes: también José Antonio Monago fue verso suelto del PP por invitar a Felipe González o escribir artículos en ‘El País’) lo han recitado Chacón, Rubalcaba, García-Page o Susana Díaz, entre otros.

Tantos lo han recitado, y tan bien, que Fernández Vara se ha soltado aún más, hasta el punto de discrepar también sobre la lealtad a Sánchez: «La lealtad no es siempre seguirle y tocarle las palmas», ha dicho. Es lo que tiene ser verso suelto: que «no me van a callar», ha añadido.

Lo difícil será crearle ahora un hashtag que acalle lo mucho y lo alto que se le grita en Twitter, anónimamente y no.

El griterío está formado no sólo por insultos, como «traidor», «rata», etcétera, sino también por tonterías, como «Vara es franquismo 2.0», e incluso por este magnífico oxímoron: «Socialista de derechas».

Y si es verdad que el griterío no surge espontáneamente de la militancia, y así lo creen otros dirigentes socialistas, habrá que pensar que Ferraz no tiene a Fernández Vara por un verso de arte menor, aunque efectivamente sea octosílabo, este: «Dícese del que discrepa».