El derecho a la desconexión

El nuevo año ha traído a los franceses un regalo. Para unos será un regalazo y, para otros, ni tan siquiera contendrá la categoría de regalito. Se trata del derecho a la desconexión laboral una vez concluida la jornada.

Pero, claro, esto que parece una obviedad, no lo resulta tanto si ha sido necesaria una regulación e induce a pensar que muchos empresarios han abusado (y seguirán abusando) de la flexibilidad de sus trabajadores.

Además, esta desconexión no podrá aplicarse en todas las profesiones como, por ejemplo, médicos, policías, periodistas..., aunque lo fácil sería que se contemplara la compensación por esos excesos o por romper de manera inopinada el descanso de los trabajadores.

Claro que en España a este tipo de situaciones se le llaman horas extras, plus de libre disponibilidad, etcétera, que conllevan una remuneración económica. Me resulta muy extraño que no existan en Francia.

Conclusión, que tal vez lo que el gobierno galo debe hacer es obligar a los empresarios a cumplir con las leyes y no a poner en un brete a los trabajadores, que tendrá dificultades con sus jefes si, y a pesar de lo que diga la normativa, no atienden las necesidades laborales de las empresas a deshora.