Sobre Agatha Christie

Siempre he leído que Agatha Christie representaba los rancios valores de la moral victoriana, que era ferozmente reaccionaria y que vivió la tediosa existencia de los puritanos.

La existencia de los puritanos sólo se anima cuando se dedican a señalar con el dedo y, tantas veces con otros instrumentos menos delicados, a los que no lo son. Por lo demás, algunas secciones de cartas a los periódicos de todo tipo y tendencia, confirman que lo que digo es cierto.

Volviendo a Agatha Christie. Acabo de tener noticia de que una documentada biografía de la creadora de Hércules Poirot, desmiente el legendario puritanismo de la escritora.

No era en absoluto una aletargada dama de corazón apolillado, ni una enemiga acérrima del desenfreno juvenil, sino una mujer con la vista puesta mucho más lejos del horizonte moral de su época y de su ambiente social.

Me ha alegrado saberlo porque toda mi vida he estado discutiendo con la gente acerca de la reiterada acusación de ultraconservadurismo que recibió la señora Christie en vida y, desde luego a título póstumo.

La clave del equívoco estará seguramente en la confusión entre Agatha Christie y su criatura literaria favorita. Porque monsieur Poirot si era un imbécil y eso su creadora era la primera en saberlo.

La autora de Diez negritos vivió intensamente, rompió ataduras cuando tuvo que romperlas y entendió que el puritanismo es un estorbo para ser felíz. Que la reciente biografía de la dama del misterio sea cierta o no, es lo de menos. A mí, así me gusta imaginarla.