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Encerado y clarión

Saturnino Acosta

Hasta los orquídeos del independentismo

Entiendo aquellos que no entiendan el título, porque realmente no existe, aunque ‘orbis’, originario de ‘orquídea’ no tiene relación con los huevos de Homs, el exconseller, cuando se ha referido a que está hasta los huevos de tanta tontería. Pues es bien sencillo, por el bulbo de la orquídea, y las nomenclaturas médicas que de ella han derivado, aunque siendo sincero, el principal precursor fue nuestro querido Camilo José Cela, no apto para oídos pudorosos, pero que manifestó la correspondencia entre orquídeos y huevos, pues toda enfermedad propia de éstos, empezaba por orqui..., sin olvidar a Teofrasto, un discípulo de Aristóteles, aventajado a su tiempo.

No sé, y desconozco, los hasta los huevos que estará nuestro querido Homs, pero sí les digo hasta los orquídeos que estoy yo como ciudadano de las memeces de unos señores que sólo quieren tapar su actuación y negligencia pasada y presente con cantos de sirena que nadie entiende ni aprueba, sencillamente porque pretenden estar al margen de la ley española, y que hasta ahora hoy sigo preguntándome porqué será.

Explíquenme cómo se puede aprobar una ley donde no importan los censados, ni los votantes, sólo los de la causa que yo represento, sin mínimos ni máximos, es decir, si podemos votar un millón y tres van a la urnas y dicen que sí, nos independizamos, aunque sólo haya tres votos en las urnas. No sólo es absurdo, es que cualquier catalán, debiera decirle a su gobierno, que le representa, que ellos no son analfabetos, que han crecido en democracia, e independientemente de lo que piensen, en relación a la independencia, es un insulto a la inteligencia y a los derechos de todos los ciudadanos, la pantomima que se está montando.

Hasta cuando nuestro Gobierno, que tiene la potestad de garantizar la soberanía nacional, y actuar en defensa de ella, va a estar permitiendo que desde sus propias instituciones se esté contra ella.

Los ciudadanos de a pie, y los catalanes en especial, no tienen que sufrir los episodios narcisistas de nadie, y cuanto más tarden, peor, porque cada vez estamos más hasta los orquídeos, que no huevos.

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