Una de mis amigas siempre nos recuerda que su abuela no deja de repetir con sorpresa: al final el mérito va estar en la normalidad y ser normal. Una cultura educada en fomentar el mérito de lo extraordinario, en alcanzar el punto más alto de un área, ha construido un espacio donde la diversidad, lo original y diferente ha pasado a ser lo normal. Esta mezcla de conceptos entre ordinario y extraordinario con la normalidad y la excepcionalidad hace que en muchas ocasiones nos cueste diferenciar los conceptos, o si lo positivo es uno u otro; siempre nuestro criterio atendiendo a nuestro tiempo y espacio será el que debe marcar la diferencia entre uno y otro, y el matiz positivo o negativo que decidamos porque, ¿qué es lo normal?

Sería un error pretender establecer qué significa normalidad en los diferentes ámbitos de una sociedad o incluso entender que la normalidad en todos los aspectos es positiva o negativa, pero hay quienes juegan con ello, e intentan imponer cuándo es una cosa u otra, en función de intereses y con ello consigan confundir, y quizá, engañar.

Esta semana el líder de la oposición José Antonio Monago afirmó, como lo hicieran otros ministros del partido popular, que es de «normalidad democrática» que el presidente del gobierno de España asista a un juicio para hablar sobre corrupción. Normal, normal… colas de periodistas dos horas antes que se celebrase la vista, emisiones en directo de su comparecencia en radio o todo un país opinando al respecto es muestra de que no es normal, y que la ciudadanía no vemos que esa conducta corrupta que refleja el caso Gürtel sea normal, por más casos que se anuncien a diario, nunca nos acostumbraremos ni normalizaremos las malas conductas, las hagan dos, tres o mil.

Como también nos negamos a ver normal las averías en nuestro tren, o que todas las semanas desde esta columna se mencione su estado lamentable y nuestro aislamiento sistemático, no es normal, es excepcional que decidas viajar, compres tu billete, hagas planes, llegues a la estación de tren a tiempo y te quedes en tierra: no es normal. Extraordinaria será nuestra queja mediante movilizaciones en octubre.

Deseo que sea normal noticias como en la que se situaba a la Universidad de Extremadura entre los mejores centros de investigación del mundo en la física de los medios granulares, muestra un personal extraordinario.

Normalidad para la extraordinario de Extremadura.