Todo lo sucedido en Madrid ha sido una pantomima

Ya se celebró la cumbre sobre el cambio climático y, a partir de ahora, todos los coches que se fabriquen serán eléctricos. También se regulará el combustible de los aviones, se pondrá freno a estos enormes barcos que ensucian nuestros puertos y mares, y se controlarán todos esos aires acondicionados que escupen aire caliente aumentando la temperatura de la calle. ¿O no será así? Entonces, por fin, todas las bolsas de plástico se cambiarán por bolsas compostables o de papel, aunque tengan que pagarse. No entiendo que todavía se siga tirando basura al mar. Es inaudito que podamos ir a la Luna o a buscar otros mundos para destruir y no podamos gestionar nuestros residuos. Yo no quiero otro mundo; con menos de lo que se gastan buscando otros planetas, podríamos arreglar el nuestro. Básicamente, es cuestión de buena voluntad. Ah, pero esto tampoco es así. Entonces, ¿todo ha sido una pantomima? ¿Una farsa? O sea, que el ciudadano seguirá con sus bolsitas separando plásticos, latas, papeles..., mientras las empresas continuarán envasando sus productos con plástico? Como mínimo, supongo que se crearán más zonas verdes (y más grandes), construidas con menos cemento, para que la ciudad respire y no parezca un horno. Ah, no, que esto es caro. Y, por último, si para conseguir energía limpia (los molinos) ponemos en peligro a las especies protegidas, me parece una barbaridad. Los gobiernos tienen que tomarse este tema en serio y, por supuesto, los ciudadanos también; al fin y al cabo somos los que tenemos el voto y la última palabra.