Cuando el enemigo invadió la serenidad de todo un país, nos alarmamos y fielmente nos confinamos como pájaros enjaulados. Cuando finalmente el Gobierno nos dio permiso para abrir nuestras jaulas, muchos hicieron caso omiso de que el enemigo seguía existiendo entre nosotros, haciendo de esta libertad un abuso imperdonable. Pero, ¡ay!, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. El covid-19 se ha convertido en nuestro enemigo potencial, invisible ante nuestros ojos. No hay armas biológicas por el momento para derrotarlo, pero sí otra: la responsabilidad individual. Muchos creen que son invencibles, que «no va con ellos» por ser jóvenes, que es un «bulo», como en ocasiones he oído, y que esto pasará. Suelo ser optimista, pero me dirijo a todos aquellos que no tienen sensatez, que no piensan en sus mayores y familias y que creen que lo que está sucediendo es como una película de ciencia ficción. A todos ustedes que justifican lo injustificable, que ignoran que existe un peligro mortal, espero que ningún familiar se vaya para siempre por su ignorancia, por su egoísmo imperdonable, por pensar que «a mí no me tocará». Quiero seguir viviendo sin miedo y ustedes me están arrebatando esta libertad.

UN CERO AL GOBIERNO

Sin justicia independiente no hay libertad

Anselmo Fernández-Blanco

Badajoz

Como recoge la constitución en el atículo 1, «España es un Estado de social y democrático de derecho»; por ello, como dice el artículo 2, «la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado». También sabemos que la forma de garantizar que estos dos artículos se cumplen es que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial sean autónomos e independientes entre sí; cualidad fundamental que caracteriza a las democracias representativas como la nuestra.

Dicho lo anterior, «flipo», cuando todo un vicepresidente del gobierno español, a pesar de la gravedad de los delitos cometidos por los líderes del 1-O acusados ( nada más y nada menos que de sedición), y ante una sentencia bien fundamentada del tribunal supremo, se declara públicamente a favor de los acusados al afirmar que la sentencia es «una mala noticia» y defiende el «compromiso con la democracia» de los acusados.

Para mí, también es una mala noticia, no deseo mal a nadie, pero por favor juzguen ustedes si esto es de recibo en una nación democrática.

En democracia hay que dejar que los jueces hagan su trabajo, es la garantía de que los gobiernos, ciudadanos y instituciones no campen a sus anchas imponiendo sus criterios.

Pongo un cero al gobierno de mi nación por permitir conductas como esta y ¡viva la justicia!, porque sin justicia no hay libertad.

INVESTIGACIÓN

El ser humano y el nacimiento de la ciencia

Miguel Fernández-Palacios

Madrid

El ser humano, explorando la realidad, trata de descifrar el mundo que lo rodea. Al interpretarlo con leyes que prueban lo observado, nace la ciencia. Y es que la ciencia hace avanzar el mundo porque, cuanto más aprende, más sabe de su ignorancia y ansia seguir investigando. Ha sido la ciencia, y no otra cosa, la que ha aumentado considerablemente la esperanza de vida, la que permite comunicaciones instantáneas, la que ha llevado naves de exploración más allá del sistema solar… Ante cualquier reto, es la que busca soluciones, las halle o no; y fuera de ella no existe más que el atronador silencio de las tinieblas. La investigación y la innovación ayudan a transformar a la sociedad que, salvo ignorantes, negacionistas, fundamentalistas y supersticiosos, valora su relevancia. Por eso hay que derribar el mito de que son los países más ricos los que más invierten en investigación porque, en realidad, los que más invierten en ciencia terminan siendo los más ricos. Invertir hoy en ciencia, nos asegura un futuro prometedor. Confíemos que las promesas en este sentido se cumplan y no se las lleve el viento.