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Llegó una pandemia sin precedentes y como era evidente, estos populistas, volvieron a utilizar la negación, intentaron crear un propio relato, pero esta vez las consecuencias eran demasiado serias, eran directamente mortales. ¡Ay ese «la muerte es el destino de todo el mundo» de Bolsonaro! ¡cuándo sufrimiento tendrá como consecuencia!

Se atrevieron con las medidas de prevención e higiene ¡cómo si no salvasen vidas! Salvini se jacta de no llevar mascarilla y afirma que «el saludo con el codo es el fin de la especie humana», seguro que se siente incluso satisfecho.

¿Cómo puede el juego del poder sobreponerse a algo que cuesta vidas? ¿Son conscientes de que quienes les votan están corriendo un riesgo tan grave? ¿No resulta más que evidente? ¿No hay límites?

Trump ha combinado todas las afirmaciones de sus colegas e incluso aderezándolas con el desinfectante bebible, pero no ha sido suficiente, supongo que como fanfarrones adolescentes a jugar ¿a que no …? va más allá y se atreve a poner en cuestión las próximas elecciones, incluso de poderse celebrar, ya adelanta fraude en el resultado (democrático). ¿Serán los sondeos los que le han hecho tomar consciencia sobre la pandemia y su contagio? ¿es el propio interés el que le lleva a jugar ahora con la democracia? ¿o es que nunca creyeron en ella más que en su utilización para su ascenso?

No son países lejanos, no son líderes caricatura, no son villanos de cómic, son representantes de la ciudadanía con la responsabilidad que eso otorga, no son ignorantes quienes les votan, una sola mirada de superioridad moral hacia ellos les convierte en invencibles, el aquí no pasa eso, el aquí … juegan, manipulan y conocen muy bien qué políticas aplican y para quién. Los derechos y las libertades se construyen y mantienen cada día, en cada gesto, en cada discurso.

Esta semana se anunciaba una moción de censura como si todo fuera un juego de niñas y niños irresponsables para ver quién manda en el patio, eso sí, después del recreo, siempre en esa etapa infantil resulta sagrado. Las mentiras, las deslealtades al país, y aún más los actos irresponsables, con el dolor, la incertidumbre, las ganas de luchar para seguir viviendo que clama la ciudadanía todo ello resulta sinceramente impúdico.

Aquí están, sabemos qué representan, mantengámonos firmes en la defensa de la democracia, de la vida, de la libertad, quien afirma que todo es lo mismo permite y abre la puerta al todo vale, cueste lo que cueste. Un precio muy caro. H

* Filóloga y diputada regional del PSOE