La semana pasada aparecieron una serie de noticias tanto en la prensa nacional como regional que tocaron el tema de las baterías de litio que paso a resaltar:

12/09 El Periódico de la Energía.- «Si los fabricantes de batería no se aseguran el suministro de metales, las ventas de coches eléctricos no superarán el 15% para 2030», «… el AET (Acuerdo de Transición Energética Acelerada), requeriría casi 800.000 Tm de litio adicionales para estar en línea en los próximos 5 años».

11/09 La Vanguardia de Catalunya.- Su director Enric Juliana escribe. «¿Qué hacer con los fondos europeos?, Extremadura y Barcelona podrían estar unidas por el litio».

17/09 Europa Press, se hacen eco todos los medios regionales y algunos nacionales, como la Vanguardia y El Español.- «Corpham (empresa cuyo presidente es el empresario extremeño Antonio Luna), se presenta como alternativa sostenible a los proyectos mineros de Valdeflorez y Cañaveral». «las fábricas deben estar alejadas de los yacimientos y cerca de las ciudades por cuestiones de logística, energía y contratación de mano de obra».

Estas tres noticias me hacen reflexionar como extremeño y expongo las siguientes conclusiones:

1) Si realmente, con datos, la ansiada por todos transición energética hacia unas energías limpias, como es la introducción del coche eléctrico, va a demandar un incremento tan importante de metales indispensable para sus baterías como el litio, ¿quién apuesta mejor por un futuro descarbonizado? ¿los extremeños que quieren saber más sobre las consecuencias reales de una posible de extracción de litio en los yacimientos ya detectados, Valdeflorez y Cañaveral? o ¿los que desde un primer momento se han opuesto a estos proyectos, sin dejar siquiera que las administraciones realicen su trabajo de análisis y control de las condiciones y repercusiones reales de los mismos?

2) Me pregunto si el director de la Vanguardia está proponiendo que Extremadura y Barcelona trabajen unidas para atraer fondos europeos para la fabricación de baterías, de manera que en Extremadura se extraiga el litio y se lo lleven a Barcelona para fabricar allí las baterías y crear el empleo de mayor calidad. Si esto es así, desde Extremadura no deberíamos permitirlo. Ya hemos vivido fenómenos parecidos con la lana, el algodón, el corcho, el tabaco y un largo etcétera.

3) Lo que más me ha dolido de todo es que un extremeño haya llegado a afirmar que no se debe extraer litio en Europa, porque para eso están los salares de Chile y Argentina, entre ellos «el salar del Hombre Muerto» donde tiene las explotaciones Antonio Luna. A los lectores interesados les invito a leer lar reclamaciones medioambientales que tienen plateadas este tipo de explotaciones. Además, nuestro paisano, mantiene también que la fabricación de las baterías se lleve a cabo en las ciudades que ya cuentan con una infraestructura industrial, o sea donde siempre. Un planteamiento al estilo del más puro colonialismo del siglo XIX, aunque ahora no sean los europeos quienes se están beneficiando de ello, sino la industria china que controla el 60% de la fabricación mundial de baterías. Precisamente la Unión Europea se ha manifestado de la imperiosa necesidad de lograr una independencia vital en el control de todas estas materias primas que son esenciales para llevar a cabo la tan deseada Transición Energética.

A pesar de la tentación de seguir estas inercias incoherentes, espero que esta nueva era en la que nos estamos adentrando suponga también un cambio radical en las costumbres de inversión, y por fin, las regiones y países que tradicionalmente hemos surtido de materia prima y energía para que otros generen riqueza y puestos de trabajo, luchen para aprovechar esta nueva oportunidad, y evitemos con ello tener que seguir enviado a nuestros jóvenes a las zonas ya industrializadas. Es el momento de aspirar a contribuir a los cambios que se van a producir, pero en toda la cadena de valor. Porque ahora tenemos todos los recursos tanto materiales como humanos para ser capaces de crear, aquí en nuestra tierra, todos los productos que la «nueva economía» va a necesitar.

¿Dónde se soluciona más el medio ambiente, en las aisladas explotaciones de los desiertos chilenos, o en extracciones controladas por una estricta normativa medioambiental como es la europea?

¿Dónde hace más falta generar un empleo de calidad: en las superpobladas urbes ya industrializadas o en las regiones con mayor tasa de paro y emigración juvenil de España?

Seamos coherentes y aprovechemos esta oportunidad que los cambios que se están produciendo en el mundo nos proporciona.

Ingeniero industrial