El interés de Ciudadanos por el PSOE es antiguo. Y si nunca estuvo claro si era interés por truncarlo (celos del primer partido) o por ser como él (admiración), lo ocurrido en Murcia revela que era por amor, ahora por fin declarado. Si tú me dices ven lo dejo todo. Los pactos con el Partido Popular en Andalucía, Castilla-León o Madrid eran revolcones de amante despechado, como fueron y han sido siempre mohines de amante despechado los desprecios arrogantes de Albert Rivera cada vez que el PSOE se insinuaba sin llegar luego nunca a decidirse. Lo de Murcia puede ser el principio de un gran amor, aunque no se consume la moción de censura, que tampoco hace falta.

Es verdad que muchos votantes socialistas volverían a Ferraz a gritar «¡Con Ciudadanos, no!», como cuando entonces. Volverían, es decir, no van a volver. El PSOE ha comprendido que va a necesitar a Ciudadanos para seguir gobernando (la relación con Pablo Iglesias ha sido, en efecto, de no dormir tranquilo) y le ha pedido a Inés Arrimadas una prueba de amor difícil: el gobierno de la Comunidad de Murcia. No importa que la moción no prospere. Arrimadas le está dando pruebas al PSOE desde que Rivera se fue a presidir un bufete de abogados, llegando incluso también ella al despecho cuando los Presupuestos, por ejemplo, aprobados con ERC y Bildu, pese a saber que la elección de esos socios fue de la parte Iglesias del Gobierno, sobre todo.

Ni que decir hay que existe una parte de Ciudadanos que se niega al PSOE desde el primer día: la parte que cree que no es posible truncarlo sin el Partido Popular. El más destacado es hoy Fran Hervías, que ha negociado su cargo con el secretario popular Teodoro García Egea, especialista. Su trasvase al Partido Popular era solo cuestión de tiempo, también desde el primer día. El trasvase de Hervías y de algunos más, como Toni Cantó, que ha hecho una demostración de dignidad como quien hace una demostración de fuerza, dejando no solo el partido sino el acta de diputado, qué par. Y al trasvase habrá que sumar las fugas, que solo serán noticia si recalan en Vox.

Por supuesto, también está la parte del PSOE que se niega desde siempre a Ciudadanos. La componen los llamados a ser sustituidos en la próxima remodelación de Sánchez, la cual se prevé inmediata ahora que Iglesias ha dicho que deja el Gobierno (aunque haya querido decir otra cosa). Pero el PSOE nunca ha tenido problemas con el quita y pon, salvo con los barones, o sea que no es problema.

*Funcionario