El día a día de nuestra querida España se está convirtiendo en una tragicomedia a causa de su gobierno. Es tragedia por cómo afectan las decisiones de Sánchez y los suyos a los españoles, a la Justicia y al propio Estado; y comedia por las peregrinas razones que esgrimen para justificar arbitrariedades y abusos para agarrarse al poder, la mayoría de las veces por boca de Calvo o de Ábalos, deformando la realidad grotescamente de una manera esperpéntica.

¿Alguien se creyó que solo iban a pagar más los ricos? A estas alturas creo que todos sabíamos que eso formaba parte del cuento de nunca acabar del gobierno. Desconozco lo que le importa a los ricos pagar más por la luz o el combustible, imaginarán que no será demasiado; pero los demás, las familias, los pensionistas, las personas en paro, los trabajadores, los autónomos, todos tendremos que soportar una factura de la luz un 44% más cara que hace unos meses.

Una medida para rebajar esta factura sería bajarle el IVA, porque el 21% que grava la electricidad en nuestro país es de los más altos de la Unión Europea. Pero ahí está la ministra Montero para decir que Bruselas no les deja bajarlo, o sea, lo mismo que ocurrió con las mascarillas. Fue falso entonces y lo es en este caso. Ya ha dicho la Comisión Europea que los Estados miembros tienen margen de actuación. y en el caso de la electricidad o el gas natural, podrían bajar el IVA.

Los que iban a bajar el recibo de la luz, aquellos que esgrimieron que la pobreza energética era algo que no podía consentirse, nos «sablan» hoy sin miramiento y nos obligan a utilizar los electrodomésticos en un horario nocturno para conseguir bajar ese coste. Eso sí, para alimentar la comedia, la vicepresidenta Calvo aprovecha para hacer su política de género de pacotilla diciendo que lo importante no es la factura de la lavadora, ni a la hora que se pone, sino quien la pone. Exactamente igual que ocurrió con el intento de atraco a las familias, eliminando la tributación conjunta y que el Gobierno justificó como actuación dirigida a incentivar la entrada de la mujer en el mercado laboral. Atracar el bolsillo de las familias se ha convertido ahora en la forma de luchar por nuestros derechos, los de las mujeres. ¡Qué frivolidad!

Como coro de esta tragicomedia, resalta el salero que tienen algunos para convertir una grave situación en memes que inundan las redes y que nos arrancan una sonrisa, aunque sea fugaz y amarga, pero lo doloroso es que vamos a tener que pagar más cara la luz, el gasoil y demás suministros indispensables en la vida de una familia. No destaca, sin embargo, el silencio de Vara porque ya estamos habituados a que no discuta ninguna de las decisiones de Sánchez.

*Ingeniero Técnico Agrícola y diputada del PP en la Asamblea