Hace unos días inauguramos una exposición fotográfica (que se puede visitar hasta el 2 de junio en la sede de la Agrupación socialista de Cáceres) sobre la singladura vital de Marcelino CardalliaguetQuirant. Un intelectual, un historiador, un articulista de periódicos. Profesor, paseante al que veíamos deambular por la ciudad de Cáceres como el más discreto observador, analista de la realidad tanto cercana como pasada. Ateneísta e impulsor de numerosas actividades, entre tantas otras cosas.

Es por lo tanto un ejemplo, un referente que podemos recordar a través de imágenes distribuidas en tres bloques que lo definen: su vida familiar, su devenir por la Educación y la Cultura y por último su trayectoria política.

Por eso quisimos, una lluviosa tarde de viernes, acordarnos de él. Por eso quisimos referirnos a su persona como muestra de Memoria Democrática. Por eso quisimos que fuera un punto y seguido para poner en valor, recuperar e impulsar el trabajo de tantas mujeres y hombres que se dedicaron a lo que se conoce como la vida pública desde la recuperación de la Democracia.

Y son precisamente los jóvenes los especiales destinatarios de este tipo de mensajes. Son los conocimientos de personajes como Marcelino los que deben servirles de guía para su desarrollo.

En el acto de inauguración, muchas fueron las intervenciones que aludieron, desde el punto de vista de la anécdota, a vivencias compartidas. Hubo algunos que recibieron sus clases de Historia. Hubo otros que compartieron espacios profesionales. Y también hubo varios que supieron escucharle, aprender, en definitiva, vivir con él.

A veces nos fijamos en el futuro. Soñamos a medio y a largo plazo. Otras, queriendo servirnos de la Historia, nuestra mirada se va demasiado lejos. Quizás no sería desproporcionado que utilicemos el sentido de mantener y propagar las buenas prácticas con ejemplos vitales tan recientes que muchas imágenes permanecen casi intactas en nuestra Memoria. Tenemos casos que han pasado, algunos vivos, y que lamentablemente en muy poco tiempo permanecen en el olvido. Es una tremenda injusticia no rescatarlos. A algunos acudiremos cuando no sea posible.

Es por consiguiente un buen momento para cultivar referentes. Para profundizar en la huella que han dejado a su paso por la política, por la educación, por la cultura, por el asociacionismo o simplemente por el hecho de haber disfrutado de su presencia entre nosotros.

* Historiador y diputado del PSOE