Leo en este mismo periódico la descripción sobre un futurible a la alcaldía de una ciudad (qué pereza infinita, a mitad de legislatura y ya empiezan las quinielas). Se define a este señor como un hombre con un perfil más político que técnico. Y me pregunto yo, ¿eso qué carajo es y para qué sirve? Porque llevo toda la vida escuchándolo y todavía no lo entiendo. ¿Qué es un político con perfil político? A mí me suena a alguien que no ha hecho en la vida otra cosa más que saltar de cargo en cargo, justo lo menos deseable en la cúspide del servicio público. El perfil técnico denota un conocimiento de las áreas a gestionar y liderar, y digo yo, ¿qué menos que eso ha de pedirse a quien será el máximo representante y responsable de dichas áreas?

Pero esto que pareciera una obviedad está muy lejos de lo que acontece realmente. Para muestra, un puñado de botones. Los de la remodelación del actual Gobierno de España, que sustituye perfiles más técnicos por otros de carné de toda la vida y cargos desde la juventud más temprana. Digámoslo con ejemplos. ¿Miquel Iceta es un referente en el mundo de la cultura para alguien? ¿Y en el del deporte? No se rían, que va en serio. Cualquiera que consulte su biografía confirmará que empezó la carrera de Química y la de Económicas aunque no acabó ninguna, y en su lugar, se centró en la política. Desde sus orígenes en las juventudes socialistas, como la mayoría de nuevos ministros, ha pasado por un sinfín de cargos orgánicos e institucionales que le han curtido como homo politicus, pero sin contacto con la gestión cultural. Para colmo toma posesión con las siguientes palabras: siento mucho dejar este Ministerio (por el de Política Territorial y Función Pública) y lo quiero dejar así de claro”. Y lo hizo, desde luego. No hay medio que no se haya hecho eco de su malestar sobre el cambio de cartera y lo más triste de todo es que muchos de esos periodistas y opinadores lo han interpretado al igual que Iceta, como una degradación. ¿Hola? Toc, toc. Somos la Cultura y el Deporte español, ¿hay alguien ahí? Pobres de nosotros y pobre de la sociedad que menosprecie el valor de la cultura, porque será cada vez más pobre, más ignorante, más gris, y, por supuesto, más manejable.

"¿Miquel Iceta es un referente en el mundo de la cultura para alguien? ¿Y en el del deporte? "

En fin, no seré yo quien diga que este hombre no le va a poner buena feal asunto, una vez que llore la pérdida del Ministerio que le gustaba y se centre en el que, contra su voluntad, le han endilgado. Lo malo es que para cuando se entere de lo que va la película del Estatuto del Artista, la Ley del Mecenazgo, la Mesa del Libro, la importancia de la bajada del IVA cultural, la transposición de la Directiva europea sobre los derechos de autor, o cualquier otra de las reivindicaciones de los sectores de las artes escénicas, cine y audiovisuales, libro, música, pintura, escultura, industrias culturales, museos... Para cuando se entere, digo, estará ya celebrando mítines de cara a la siguiente legislatura. Y es una pena, esto. Sobre todo para quienes trabajan defendiendo los derechos del sector, que están cansados de vivir el día de la marmota. ¿Nuevo ministro, consejero, concejal, lo que toque? Reunión al canto para tratar de explicarle en poco más de media hora la situación de las personas que viven de esto y sus necesidades más acuciantes y tratar de que las sienta como propias, porque no en vano será su máximo representante. Cuando, con suerte, parece que lo hace, llega una nueva remodelación o el fin de legislatura y vuelta a empezar. Trabajos a medias que rara vez se culminan, reivindicaciones que se vuelven históricas a base de no ser atendidas, y mucha, mucha paciencia.

Esta rotación sin sentido de perfiles políticos se produce en todos los departamentos, pero por qué será que la cultura y el deporte parecen siempre la maría de turno, aquella para la que cualquiera vale porque en realidad no se le concede la mínima importancia. Es triste constatar hasta qué punto se desprecian en este país, cómo se utilizan de moneda de cambio para un político al que se le prometió una cartera. En esta ya no nos encajas, así que te tendremos que dar otra. Mira, esta misma, que tiene que existir pero no va a ningún lado. Tu apeadero, no sabemos si por otros seis meses de sueldo o por unos cuantos más.

Así que sí, a la cultura y al deporte español nos la han vuelto a dar con queso. O con chuletón, lo mismo me da. Ojalá que Iceta, a quien tengo por un hombre trabajador, se arremangue y consiga implicarse, y ya por soñar, solucionar algunos de los acuciantes problemas que arrastramos y arrastraremos hasta que alguien nos tome en serio en este país. Mientras tanto, que siga el juego de las sillas.

*Escritora