Tras haber pasado el ecuador de esta legislatura, nos volvimos a reunir para celebrar un nuevo día de Extremadura, nuestro día grande, un día para el reconocimiento del trabajo permanente y constante de todas y todos los que somos Extremadura, su gente, quienes nos han traído hasta aquí y sentir su orgullo.

Son muchos los retos a los que se enfrenta nuestra Comunidad Autónoma y es, precisamente, en este día tan señalado donde uno busca más profundamente las raíces para beber y obtener el sustento; y si alguien equivocadamente cree que es solo mirar al pasado o hacerlo a un lugar sombrío u oscuro, le invitaría a leer el Estatuto de Autonomía y entenderá, al instante, que no es más que oxigeno y fuerza para crecer alto, muy alto. No nos ata el pasado, es nostalgia del futuro lo que sentimos en realidad. Dice.

Quienes lo redactaron, quienes lo hicieron posible, quienes fueron capaces de acabar con el tiempo de silencio, nos regalaron la universalidad, la generosidad, la grandeza de entender que Extremadura se levantaba sobre el esfuerzo, la dificultad y la dedicación de tantos para brindarle a los que vendríamos mucho después lo más sagrado, la construcción del futuro.

Hoy estamos armados de razones, de convicciones, formados, para poder decir que podemos hacerlo, construirlo, y si como dice la canción, solo se vive dos veces una por ti mismo y una para tus sueños. Ese hambre de esperanza y progreso que costó esa primera Extremadura, hoy ha llegado el momento de pelear por la segunda, para soñarla y posibilitarla con todo lo que nos habéis entregado, con la misma fuerza, con la misma humildad, con la misma maestría, con la humanidad que nos caracteriza; lo haremos como decían mis abuelos o mis vecinas cuando una pequeña niña se unía a las mayores a pintar: con jeito, hija, esto se hace así, con jeito. Era saber hacer, con ánimo pero con técnica. Con jeito, lo escuché para referirse a los mejores cortando, leyendo, bordando…trabajando.

Trabajando y liderando como una juventud repleta de proyectos y de vida que lo hace hoy con sus nuevas e innovadoras empresas desde Fregenal de la Sierra o Sierra de Gata o un sector del campo pujante ante los nuevos tiempos o una administración pública robusta y con la aspiración de hacer más fácil, más cómoda la vida cotidiana. Podríamos poner muchos ejemplos en todos los sectores y ponerles cara, con nombres y apellidos. 

"Como dice la canción, solo se vive dos veces una por ti mismo y una para tus sueños"

Son tiempos de complejidad pero con signos de esperanza y datos macroeconómicos que los albergan. Nuestra tarea deberá trasladarlos al día a día de cualquier ciudadano, a su vida, transformar y transformarnos. Evitar que el oportunismo de unos sustituyan la agenda de la vida real y sus problemas por una manipulación expresa de los sentimientos de pertenencia. Solo eliminando las fronteras que causan desigualdad es donde encontraremos la generación, captación y el retorno del talento, donde crece la riqueza, donde la conexión es la verdadera clave de bóveda. Levantar fronteras territoriales vestidas entre ricos y pobres, entre los que pagan y los que no, ya sabemos lo que nos lastró, levantarlas para devastar los muros del Estado Público que cuando todo tembló nos sostuvo, es simplemente no haber aprendido nada.

Hoy se abre ante nosotros esta Extremadura, Una Extremadura una, finalmente, como dice nuestro Estatuto con proyectos, con liderazgo, con gente que mira de frente, con la robustez de quienes nos levantaron, enseñaron, formaron y trabajaron,

Con jeito, como escribía sobre esta expresión Luis Landero, tras su aspecto esconde el programa de una utopía posible.

Es la hora de Extremadura.

*Filóloga y diputada regional del PSOE