60 grados, esa es la cifra que se ha quedado marcada en mi mente desde hace unos días. Pudiera ocurrir que en el año 2100 no sea posible, en algunos momentos del año, la vida humana en el centro y en el Sur de España. La razón, el aumento imparable de la temperatura media del planeta. 

60 grados, una barbaridad, un auténtico drama que todavía hoy podemos evitar, y que es el resultado de un análisis realizado por científicos españoles del CSIC sobre un informe que acaba de hacer público, al menos en una de sus partes, el IPCC, grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático de Naciones Unidas. El informe definitivo estará listo el próximo año 2022, y una de las conclusiones dramáticas de dicho informe viene a decir que alrededor de 2050 la temperatura aumentará en dos grados, por lo que en nuestra región tendremos temperaturas en los días más cálidos de unos 50 grados. Además, si se confirmaran los presagios más pesimistas y la temperatura media de la Tierra aumenta en 3 grados, en 2100 las temperaturas podrían alcanzar los 60 grados algunos días, temperatura absolutamente incompatible con la vida humana. 

Es seguro que ya es demasiado tarde para tratar de evitar algunas consecuencias negativas pero aún estamos a tiempo de poder intentar no sobrepasar ese aumento de dos grados en los próximos decenios y de alejar la terrible idea de rozar los 60º en nuestra región. Para ello, se requiere un esfuerzo mayúsculo a nivel internacional, a nivel europeo, nacional, regional y local. Las cumbres del clima y sus compromisos deben ser cada vez más serios, exigentes y evaluables en la práctica; los fondos europeos de recuperación deben destinarse a proyectos que profundicen en la transición ecológica de la economía; la ley española de cambio climático y transición energética debe ser capaz de conseguir los objetivos marcados y, si es posible, ampliarlos; el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima debe comenzar a ejecutarse sin demora... Los gobiernos socialistas de España, de Extremadura y de las Diputaciones provinciales extremeñas lo tienen claro, y han marcado ya la ruta a seguir. Desde el PSOE, en su Congreso Federal que se celebrará en octubre, se aprobará una ponencia política para los próximos cuatro años que marcará como prioridad la transición ecológica justa y la biodiversidad. 

A nivel local, en los 230 municipios de nuestra provincia cacereña debemos, desde ya, crear nuestros planes locales sobre el cambio climático, impulsados por un PSOE provincial igualmente volcado en la lucha contra la crisis climática, debemos nombrar concejalías del cambio climático, debemos crear escuelas que trabajen tanto la mitigación en nuestros territorios como nuestra adaptación a las consecuencias cada día más probables de la crisis climática en nuestros pueblos y ciudades. 

En 2100 las temperaturas podrían alcanzar los 60 grados algunos días, algo incompatible con la vida humana

Y en este marco también se crea una ventana de oportunidad. Esta situación ha convertido hoy a nuestra región en un espacio idóneo para invertir, para generar proyectos que conlleven creación de riqueza y empleo sostenibles. Somos un lugar donde debemos crear las condiciones para que desde cualquier rincón cualquier habitante de nuestra región, se sienta capaz de emprender de manera sostenible alineados con los retos del planeta. Además si los desastres se van a producir más en las grandes ciudades, debemos cada día mostrarnos como una tierra amplia, segura y saludable, si la dehesa y nuestra ganadería extensiva lucha contra el cambio climático, si nuestros bosques son un buen sumidero de C02, si estamos manteniendo una buena parte de la biodiversidad que se pierde cada día en España y en el mundo, si estamos contribuyendo con nuestro suelo al mantenimiento de un sistema energético renovable para todo nuestro país, si vamos a apostar de manera decidida por el autoconsumo eléctrico, todo ello debe suponer un dividendo positivo para Extremadura, en forma de ayudas, inversiones, creación de proyectos que generen riqueza sostenible y empleo justo y digno. Los que más han contaminado y lo siguen haciendo, poniendo en peligro nuestras vidas hoy y sobre todo en los próximos años, deben contribuir al mantenimiento de regiones como la nuestra, que hace más habitable este Planeta.

Desde el PSOE de la provincia de Cáceres queremos conseguir que vivir en Extremadura se convierta en un derecho irrenunciable para reivindicar en todos los foros, con la fuerza y legitimidad que nos da una tierra que ha sabido mantener su riqueza natural, hoy aval de supervivencia, y que ya ha conocido la sangría de la emigración y no quiere volver a convertirse en una tierra de emigrantes, esta vez climáticos.

*Secretario de Comunicación del PSOE provincial de Cáceres