Aún resonaba Bono en la megafonía de la Plaza de Toros de Valencia tras el discurso de Pablo Casado ante más de 9000 personas. Unas 3000 se habían quedado fuera porque el aforo del 75% no les permitió poder entrar. En un ambiente enfervorecido que ponía fin a una convención de siete días que llevó el mensaje del Partido Popular por seis ciudades de nuestro país con más de 25 mesas de trabajo finales de debate, en medio de ese ambiente resonaba eso de “ Somos la gente que hemos estado esperando…” con el que el Partido Popular cerraba la mejor convención de su historia. Y vaya frase tan apropiada para lo que se vivió en Valencia.

El Partido Popular llegaba a la semana de su Convención como el primer partido en todas las encuestas serias, con un liderazgo social y propositivo cada vez más evidente y que estaba ensanchando su electorado sobre todo por el centro. Pero en este tránsito nos hacía falta un espaldarazo definitivo, nos hacía falta la visualización por todos de que la única alternativa al Sanchismo, la única opción a los despropósitos y al desgobierno socialista es el Partido Popular y es nuestro líder Pablo Casado. Y de esto ha ido la convención, al más puro estilo de las convenciones de los partidos norteamericanos. Estos días hemos hablado de nosotros, de nuestros posicionamientos, de nuestras fortalezas y debilidades, pero sobre todo hemos hablado de España. Nos hemos centrado en los problemas de los españoles, en los retos económicos que nos depara el futuro, en los retos como sociedad y para nuestra convivencia que suponen los riesgos que el populismo y los nacionalismos están trayendo a España en Santiago y Valladolid. Teníamos que hablar de libertad y lo hicimos en Madrid y había que contarle a los españoles nuestras propuestas sociales y de seguridad en Cartagena o Sevilla. Lo impulsamos a lo largo y ancho de todo el país y mientras lo hacíamos expresidentes españoles y grandes figuras políticas del espectro europeo apoyaron a Pablo Casado, apoyaron su liderazgo, su forma de ver la política, su sentido de estado y su firmeza con los valores que nos unen a muchos millones de españoles.

Pero faltaba rematar en Valencia el trabajo de muchos meses, faltaba escenificar el liderazgo del Partido Popular, faltaba proponer a la sociedad nuestro contrato con ellos, ese que vamos a cumplir y ese con el que nos comprometemos para los próximos años. Y esa fue la guinda a nuestra convención. Allí hablamos de libertad, con Ayuso, hablamos de liderazgo, con Feijoo, hablamos de milagro económico con Juanma Moreno, se habló de despoblación con Mañueco o de seguridad con Lopez Vivas y de infraestructuras necesarias con Lopez Miras. Allí enseñamos lo mejor de nuestros gobiernos locales o regionales, allí nuestro Secretario General nos recordó que no podemos tener gobierno si antes no tenemos partido y allí debatimos sobre ideas y sobre proyecto.

El broche de oro con música de Bono lo puso Pablo Casado el domingo, marcando la agenda para los próximos años en España, dejando clara nuestra apuesta por la libertad, nuestra claridad de ideas, dejando la puerta abierta a todos aquellos que ideológicamente se sitúan a la derecha del Sanchismo.

Casado habló de Extremadura y de hacer justicia con las infraestructuras de nuestra tierra . Habló al corazón de los españoles y les pidió que volvieran a confiar en nosotros. Les habló de seguridad, de concordia, de derechos sociales, de sanidad, de educación libre. Nos habló a todos de los desafíos independentistas, de la crisis económica de la que siempre nos han sacado gobiernos del PP. Casado apeló a los valores y ofreció los del PP, los del PP de siempre.

Nos pidió no dejarnos arrebatar banderas que son nuestras como la de las mujeres, con las mejores alcaldesas , las mejores presidentas, las mejores diputadas, eurodiputadas o comisarias. Como la del medio ambiente porque con gobiernos populares se firmó Kioto o se pusieron en marcha los primeros Ministerios del área.

Pablo Casado salió de esta convención como el próximo Presidente del gobierno.No porque lo digan las encuestas, que lo dicen, no porque lo digamos sus compañeros, que lo decimos, no porque lo diga la prensa o los medios nacionales o internacionales, que lo dicen. Salió como Presidente porque todos teníamos la impresión de estar escuchando el discurso de un presidente, de una persona que tiene alma y altura de presidente , que está preparada para el reto y que solo es cuestión de tiempo que pueda demostrarlo: tanto como pueda tardar la convocatoria de Elecciones Generales.

 Precisamente por eso, Pablo, we are the people we've waiting for.

*Diputado del PP por Badajoz