Opinión | Nueva sociedad, nueva política

El botín de la exizquierda

Cincuenta días, tres elecciones y un destino

Feijóo en el Congreso.

Feijóo en el Congreso.

Entre este domingo 21 de abril (elecciones vascas) y el domingo 9 de junio (europeas), incluyendo las catalanas del 12 de mayo, habrá tres elecciones en cincuenta días, cuya mayor incógnita es qué partidos se quedarán con el botín de la ex izquierda, esos tres partidos que dicen representar a la izquierda pero que cada vez la representan menos.

La tendencia la marcó el proceso gallego: el nacionalismo será el principal beneficiado del reparto, aunque el PP recogerá una parte no menor. Lo veremos con claridad este domingo en el País Vasco, quizá con más nitidez incluso que en Galicia: Bildu y PNV, por ese orden o a la inversa, quedarán como dos polos de un sistema casi bipartidista, siendo las demás formaciones meras comparsas, necesarias para la gobernabilidad en el mejor de los casos.

La hegemonía nacionalista vasca será responsabilidad de la estrategia de Sánchez para permanecer en el poder, y de la incomprensible subsidiaridad de Sumar y Podemos respecto a los proyectos soberanistas allá donde existen. Escuchar a Pablo Iglesias el pasado viernes en su mitin de Bilbao era desconcertante: difícil saber si estaba pidiendo el voto para Podemos o para Bildu.

La excepcionalidad que vive Cataluña hará que quizá el botín logrado por los nacionalistas sea provisionalmente menor, entre otras cosas porque gran parte de esa captura ya se ha producido: ERC tenía un 7% en 2010 y está por encima del 21%. Lo que sí se juega en mayo es la dimensión del derrumbe de Sumar y del ascenso del PP, que puede provenir solo de la total absorción de Ciudadanos y una pequeña parte de VOX, o también del PSC.

Las europeas, que suelen ser gran ensayo de las generales porque los votantes asumen más riesgos —aunque la mayoría de nuestras vidas se rigen ya desde la UE—, darán buena cuenta de la escualidez de Sumar/Podemos en favor del nacionalismo, y del progresivo desgaste del PSOE que engordará al PP

Las europeas, que suelen ser gran ensayo de las generales porque los votantes asumen más riesgos —aunque la mayoría de nuestras vidas se rigen ya desde la UE—, darán buena cuenta de la escualidez de Sumar/Podemos en favor del nacionalismo, y del progresivo desgaste del PSOE que engordará al PP.

Este proceso comenzó en 2017, con el engaño masivo que Pedro Sánchez perpetró a la militancia del PSOE, después ampliado a la totalidad del país, y se confirmó en 2020 con la evidencia de que Pablo Iglesias no había venido para asaltar ningún cielo. Yolanda Díaz simplemente ha evidenciado el conformismo y la imposibilidad de distinguirles de Sánchez, interpretando bien el papel de caricatura final de una ex izquierda exánime y patética.

Tres procesos en cincuenta días que darán la medida (cuantitativa) del adelgazamiento de la ex izquierda, y la dimensión (cualitativa) sobre el destino de su botín electoral: si engorda más a la derecha nacional (PP, VOX) o a la derecha nacionalista (pleonasmo, porque todo nacionalista es de derechas). Dicho de otro modo, tendremos una buena aproximación de la finura del trabajo realizado en estos siete años por Sánchez, Iglesias y Díaz en favor de la renovada confederación de derechas autónomas españolas y antiespañolas. n

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