Quien no arriesga, no gana. Con esta máxima parecen haberse implicado los alcaldes de Villanueva de la Serena y Don Benito en la operación de fusión de ambos municipios puesta en marcha y anunciada el pasado miércoles . Miguel Ángel Gallardo y José Luis Quintana, con mayorías absolutas a sus espaldas, podrían haber seguido como hasta ahora, en su zona de confort, o planteado otro tipo de coalición que siguiera manteniendo la idiosincrasia y la identidad de las dos ciudades, pero en un gesto de valentía no exenta de riesgo han buscado la oportunidad del momento paraintentar crear una nueva ciudad, una urbe que se fundamente en los pilares de las dos anteriores pero que, a la vez, nazca con una identidad propia y permita un futuro más prometedor a las generaciones venideras. 

La decisión pasa por una consulta popular previa, para la que ya se ha fijado fecha:será en mayo del año que viene. No es obligatorio este trámite y su resultado tampoco es vinculante, pero los dos alcaldes entienden que la trascendencia de la decisión requiere de la aprobación de los ciudadanos y no sólo de las corporaciones municipales tal y como determina la ley. El planteamiento es acertado, el viaje que se pretende iniciar requiere de un alto consenso ciudadano. No en vano, estamos hablando de perder una identidad a cambio de ganar otra nueva que suponga más riqueza y oportunidad. Porque las ventajas son reales, un estudio independiente de la Universidad de Extremadura avala este reto que supone convertirse en la tercera población de la región en población ( 64.000 habitantes) y la segunda en PIB. Además, llevaría implícito una mayor financiación del Estado que la suma de ambos municipios por separado, y sobre todo un revulsivo para la llegada de nuevas inversiones públicas y también privadas.

"Don Benito y Villanueva, en un gesto de valentía no exenta de riesgo, han buscado la oportunidad para tratar de crear una nueva ciudad de futuro"

Una comunidad como Extremadura, con personalidad rural y una fuerte dispersión poblacional, requiere de ciudades tractoras que se conviertan en motores económicos y puedan cubrir todas las necesidades básicas de una zona geográfica concreta. La nueva ciudad que pretenden fundar Don Benito y Villanueva de la Serena persigue este destino también: no sólo ofrecer una oportunidad de futuro a sus conciudadanos, también a los extremeños que viven y quieren seguir viviendo en ese mundo rural lleno de ventajas pero también con notables carencias como por ejemplo el empleo.