El ayuntamiento ya intentó buscar una solución de cara a mejorar la imagen del patrimonio de la ciudad con motivo de la posible declaración de Patrimonio de la Humanidad. Ahora, las pintadas no solo permanecen en algunos monumentos como la muralla, sino que cada vez hay más y el ayuntamiento necesita de los técnicos y la actuación de la Junta para buscar una solución a este acto vandálico.

Así lo afirma el concejal de Patrimonio, Angel Custodio, que recuerda que "los grafitis se comenzaron a quitar por la zona del obispado, pero se vio que la piedra sufría mucho". Este es el verdadero problema, que "el grafiti se puede quitar, pero la piedra se daña, sufre, e incluso parte de ella se desmorona".

La cuestión está por tanto en si se permite que las pintadas continúen afeando zonas tan turísticas como la Torre Lucía o se eliminan con el riesgo de que la piedra resulte dañada.

El ayuntamiento es quien tiene las competencias en materia de limpieza, pero "si esa limpieza puede afectar a la piedra, ya es Patrimonio el competente. El ayuntamiento no tiene medios, ni conocimientos para evitar que la piedra se dañe". Este periódico ha tratado de conocer la opinión de la consejería al respecto, aunque sin éxito. De momento, lo que el concejal Angel Custodio ha señalado es que una solución podría ser "no tratar del todo la pintada, no borrarla del todo para no perjudicar así la piedra".

Sin embargo, de momento no se ha tomado una decisión y el concejal prefiere ser prudente porque "a lo mejor borramos la pintada e inicialmente no se nota que hayamos dañado la piedra, pero con el paso de los meses, sí podría verse el daño" y sería peor el remedio.