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última gran urbanización pública de mantenimiento privado

Más de 200 familias no tendrán que pagar por mantener sus calles

Los vecinos confían en que el proceso, ya en marcha, esté culminado este año. Deberán afrontar arreglos por 30.000 euros para cederlas luego al consistorio

Más de 200 familias no tendrán que pagar por mantener sus calles

Un total de 225 familias de Plasencia viven en la urbanización Unifamiliares La Data, formada por viviendas unifamiliares y bloques de pisos. Muchas no sabían, hasta hace un año, que residen en calles públicas, pero de mantenimiento privado, una figura urbanística que les obliga a hacerse cargo de los costes de cualquier arreglo o avería en sus calles o conexiones y ahora están inmersas en un proceso por el que las vías y su mantenimiento pasarán a manos del Ayuntamiento de Plasencia.

Julio García, presidente de la comunidad de vecinos constituida precisamente para poder llevar a cabo este proceso, recordaba ayer que se inició hace en torno a un año, al ponerse en contacto el gobierno municipal con vecinos de varias calles ofreciéndoles la posibilidad de la recepción, permitida por el Plan General Municipal y a la que ya se han acogido otras tres urbanizaciones, Jardines del Jerte I y II y Urviexa, como recordó ayer el acalde.

En todo este tiempo, «ha habido que hablar con todos los vecinos, recoger firmas para ver si querían hacerlo y la gran mayoría está de acuerdo». Apunta García que incluso «había gente que no sabía que el mantenimiento es nuestro porque el propietario original le vendió la casa sin informarle». Otros sí lo sabían, pero «nos dijeron que en dos o tres meses recepcionaría el ayuntamiento las calles, y han pasado 20 años».

Creen que ha llegado el momento de hacerlo porque «hasta ahora cada uno iba arreglando las cosillas que tenía ante su puerta y menos mal que nunca ha pasado nada gordo». De hecho, si hubiera alguna avería de agua, tendrían que pagarla ellos y el ayuntamiento no puede asfaltar al no ser vías municipales.

Lo que sí tendrán que hacer es costear unos «arreglos» para devolver las calles prácticamente como estaban cuando compraron las viviendas. Para esto, los técnicos municipales han visitado la urbanización y realizado una valoración de las mejoras necesarias y la comunidad de vecinos ha pedido presupuestos a varias empresas.

Las obras en iluminación, acerados, sumideros, arquetas y papeleras, entre otros aspectos, costarán unos 30.000 euros a dividir entre los vecinos. Ahora, habrá que reunir el dinero y calculan que la empresa tardará en torno a un mes en llevarlas a cabo, con lo que confían en que estén terminadas y las calles asumidas por el ayuntamiento este año. Entonces, el consistorio podrá incluirlas en los planes de asfaltado y mejorar sus zonas verdes.

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