Antonio Periáñez regenta la cervecería Sanany, situada en la plaza Juan de Loaísa de Plasencia, desde el verano pasado. Tiene dos zonas de terraza, ya que su establecimiento da también a la avenida Cañada Real y también mesas altas en una de sus fachadas. Así, en total, ha podido instalar 19 mesas y no puede estar más satisfecho con su reapertura. «La gente lo ha cogido con ganas y como desahogo. Yo estoy vendiendo ahora más que antes de cerrar».

De hecho, resalta que incluso ha podido rescatar del ERTE a tres de las cuatro personas que tiene en plantilla como camareros y, como ejemplo, explica que antes gastaba seis barriles de cerveza a la semana y ahora ha llegado hasta los ocho. Por eso, no duda de que esta semana, cuando además pueda instalar otras seis mesas en el interior del establecimiento, continuará la buena racha. «Creo que va a ir bien y también el verano porque ya por números va bien».

Y es que, a pesar de que con el buen tiempo los clientes prefieren consumir en una terraza exterior, sobre todo cuando baja el calor, lo cierto es que «hay gente que se asoma a la puerta a pedirnos lo que quiere o se acerca a llevárselo si nos ve muy atareados», con lo que al poder sentarse en el interior lo tendrá más fácil.

Respecto al cumplimiento de las medidas de seguridad, señala que por parte de los trabajadores «la desinfección de mesas y sillas es más trabajoso, pero nos vamos acostumbrando» y, en cuanto a la clientela, «en general, están concienciados, pero también he tenido que llamar la atención a clientes, sobre todo para separar a grupos y decirle a gente que no podía pedir en la barra. «Es complicado estar en todo».