El autobús urbano de Plasencia ha sido el primer servicio en recibir una compensación municipal debido al desequilibrio económico generado en la cooperativa los Arcos como consecuencia de la pandemia del covid. Al ser declarado servicio esencial, no pudo dejar de funcionar y fue acumulando pérdidas. Ahora, la situación ha mejorado, pero poco porque la media de viajeros mensuales es menor de la mitad de la que tenían antes del covid.

Según los datos facilitados desde la cooperativa por Mario Montero, el mes en que han tenido un mayor número de viajeros ha sido marzo, con 17.510. La media precovid era de 50.000.

Montero explica que, «hasta diciembre, fuimos subiendo muy poco a poco hasta llegar a los 14.012 viajeros». En el mes de enero, «volvimos a caer debido a las restricciones y bajamos hasta los 10.027». De febrero en adelante, se volvió a los números de diciembre (14.350 en febrero, 16.472 en abril) subiendo algo el número, pero estabilizándose y siempre muy lejos de las cifras que se deberían mover».

Prevén para mayo los mismos números que en marzo y las expectativas a corto plazo «no son buenas» porque los meses de verano «siempre han sido los peores del año».

Por lo tanto, esperarán a la vuelta del curso escolar en septiembre y a la previsible normalidad de entonces para ver aumentar las cifras de viajeros. En su opinión, «!a gente se acostumbra a otros medios de transporte, el propio coche». De hecho, apunta que las personas mayores, que suponían un alto porcentaje de sus usuarios, ahora «apenas utiliza el transporte público». Opina que persiste el «miedo de viajar con más gente».

Por eso, creen que «va a costar mucho tiempo» volver a los viajeros que tenían antes del covid. Mientras, sobreviven con las ayudas del Gobierno para los autónomos y los pagos municipales, que esperan que se agilicen porque prevén cobrar este mes lo correspondiente a «septiembre, octubre y noviembre». Cuando no llegan, tienen que aportar dinero para pagar a los proveedores.