El servicio del autobús urbano de Plasencia vuelve a estar en la cuerda floja cuando se cumplen cuarenta años de su puesta en marcha. La adjudicación del último contrato a la Cooperativa Los Arcos cumple en el mes de agosto y la empresa tiene derecho a otros cinco años de prórroga que se iría solicitando año a año, sin embargo, es rotunda: "el servicio no lo podemos mantener con el mismo contrato".

El principal problema que apunta su portavoz, Juan José Ruano, es la bajada de usuarios desde marzo del 2020. Mientras en el 2019 tenían una media que superaba los 50.000 usuarios mensuales, en el 2020 no pasaron de los 12.875 en su mejor mes y en el 2021 han subido como máximo hasta los 24.609, por lo que "no hemos llegado ni al 40% de los viajeros que teníamos antes de la pandemia. Han subido, pero a un ritmo muy lento".

Ante esto, Ruano subraya que, antes del covid, "el 99% de los ingresos que teníamos procedían de la venta de billetes. Si ha caído, no se puede continuar".

Para corregir el desequilibrio económico motivado también por la subida de gastos como el del gasóil, el ayuntamiento aprobó la puesta en marcha de compensaciones económicas y, de hecho, ha anunciado que acaba de obtener unos 172.000 euros del Ministerio de Transporte. Ruano tiene claro que "las ayudas públicas tiene que seguir sí o sí para que el servicio se pueda mantener".

Una flota de autobuses anticuada

Pero señala que no son suficientes porque hay otro problema añadido al de la bajada de usuarios y el aumento de los gastos y es la situación de la flota de autobuses que, según afirma, "está totalmente caduca", lo que ha aumentado los gastos de mantenimiento.

Según explica, el ayuntamiento es propietario de siete vehículos, pero "uno no se puede arreglar", con lo que serían seis y estos tienen ya "16 años. Les hemos dado ya una segunda vida, pero una tercera ya no se puede". Por su parte, la cooperativa posee otros cinco autobuses que ha ido adquiriendo a lo largo de los años. En este caso, tienen "unos 13 o 14 años" y explica que, "en cualquier ciudad, con seis o siete años de vida ya están cambiado los autobuses".

Con todo, ve imprescindible la elaboración de un nuevo pliego de condiciones para cambiar las condiciones del contrato y señala que tienen pendiente una reunión con el ayuntamiento para ver "cómo seguir con el servicio hasta el nuevo pliego".

Precisamente, a preguntas de la concejala de Ciudadanos, Francisca García, el concejal de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla, ha señalado este martes en el pleno que ha convocado a la cooperativa el próximo lunes, 14 de febrero, para conocer sus inquietudes y propuestas y ha afirmado que "se está trabajando" ya en el nuevo pliego.

La concejala ha señalado que el proyecto pendiente de marquesinas inteligentes podría ser "un revulsivo". Escanilla calcula que podrán estar instaladas en el mes de marzo, antes de Semana Santa, como ya había adelantado el ayuntamiento. También está pendiente la llegada de autobuses eléctricos, uno ya concedido con fondos europeos, pero todavía por llegar.