TESTIMONIOS

Agresión en Plasencia: "Me hice pis encima cuando vi a los que habían pegado a mi hijo"

La víctima de una paliza y su madre cuentan cómo les ha afectado, el apoyo recibido y recomiendan denunciar

Policías en Plasencia, que ayudaron a la víctima de agresión.

Policías en Plasencia, que ayudaron a la víctima de agresión. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Tenía 15 años cuando le dieron una paliza en plena calle. Les conocía, le habían acosado y amenazado. Le pidieron dinero y le dijeron que, si no pagaba, les matarían a él y a su familia. No pagó y le pegaron.

«Me tiraron al suelo y me di un golpe en la cabeza», recuerda. Por culpa de las patadas que le propinaron acabó con lesiones leves en el brazo, en las costillas y, sobre todo, psicológicas: «No salía de casa por miedo a encontrármelos».

Ha pasado más de un año y su madre destaca que «está cien por cien curado». Él lo confirma, aunque también señala que «ese miedo siempre queda por dentro, las mariposas en el estómago van a seguir estando».

Pero subraya que se siente «psicológicamente más fuerte para enfrentarme ahora con ellos». No obstante, debido a que les denunció y llegaron a juicio, está en vigor una orden de alejamiento y salidas vigiladas por la policía.

A finales de año cumplirá la primera y ya ha buscado protección. «Siempre tengo a un par de amigos mayores de edad que me van a proteger y amigos que pueden suavizar las cosas». Le ha contado lo ocurrido a muchos y ha encontrado mucho apoyo, incluso se ha atrevido a dar charlas en el centro educativo en el que estudia para dar consejos a quienes pudieran pasar también por lo que le sucedió a él.

"Ha sido un año durísimo"

Echando la vista atrás, se alegra de habérselo contado a sus padres y de haberles denunciado porque tuvo el apoyo siempre de los primeros y «la policía me ayudó mucho, tanto la Local como la Nacional, todos los días estaban detrás y me ofrecieron ir de paisano a mi colegio».

Aún así, su madre subraya: «Lo hemos pasado muy mal, ha sido un año durísimo». De hecho, reconoce: «El miedo se me metió en el cuerpo, una vez me hice pis encima cuando vi a los que habían pegado a mi hijo».

Ella también destaca la ayuda policial recibida desde que les denunciaron y lo que lamenta es lo poco efectiva que es la Justicia al tratarse de menores. Porque, aunque fueron detenidos y enviados a la Fiscalía, acabaron con 18 meses de alejamiento y dos años de salidas vigiladas, más 190 euros de indemnización, que nunca han recibido.

«El dinero, que es lo de menos, se lo hemos pedido por activa y por pasiva y, al final, el agresor y los padres se han declarado insolventes, al final no les pasa nada».

"Me da pánico que les pase a otros niños como mi hijo, que están indefensos con estas edades"

Precisamente, destaca que estos grupos de jóvenes «se saben la ley muy bien y hasta dónde pueden llegar, a mí lo que me da pánico es que les pase a otros niños como mi hijo, que están indefensos con estas edades».

Su hijo afirma que se ha llegado a cruzar con sus agresores «y han pasado de la orden de alejamiento, pero como no me han dicho nada, no he llamado a la policía , si hubieran venido a hablar conmigo, lo habría hecho». 

Ahora se siente confiado y seguro porque sabe que «ya tienen antecedentes y, si vuelven a intentar hacerme algo, podrían ir a un centro o a la cárcel».

Con todo, aconseja a otras víctimas que denuncien y «no tengan miedo a decírselo a sus padres, es más cobarde el que acosa o pega que el que denuncia».

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