Cuando se trata de niños, hay cosas que van más allá de las fronteras y de las aparentes diferencias entre continentes. Si se pregunta entre los más pequeños cuál es su sitio favorito para divertirse en verano, sea de España o del Sáhara, la respuesta será clara: la piscina.

Esas son las primeras palabras que salen de la boca de Hakima, de 10 años, cuando cuenta los lugares a los que su familia de acogida extremeña la lleva durante su estancia en la región. Llegó a Extremadura el 18 de junio, y este es su cuarto año en el programa Vacaciones en paz , gracias al cual ahora tiene "tres hermanos" en Villanueva de la Serena.

"Cuando estoy en España echo de menos a mi familia del Sáhara", dice su amiga Salma, quien ha pasado los veranos de cuatro de sus nueve años en Extremadura, dejando atrás durante no más de 60 días la realidad con la que convive el resto del año.

Distinto lo viven Agustín y Toñi, quienes llevan seis años acogiendo en su casa de Don Benito al pequeño Moulay, de 13. A su llegada, ya están preparadas su habitación, su ropa y los juguetes. A pesar de que el primer verano Moulay necesitó de un periodo de adaptación, este matrimonio asegura que "el niño es muy feliz" cuando está con ellos.

Para que la separación durante el resto del año no sea tan dura, los niños llevan a sus hogares móviles liberados a los que las familias españolas llaman un par de veces al mes para mantener el contacto. No obstante, los de España también pueden "cruzar el charco" y visitar a sus niños en el Sáhara, según Marisa Sánchez, de la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Don Benito. Por supuesto, ella es madre de acogida en verano. Desde la asociación, además, se realizan actividades que fomenten el encuentro entre todos los niños y sus familias. Entre ellas, la visita de ayer a Mérida, para conocer al nuevo presidente.

"Es un honor recibiros en vuestra casa". Así daba la bienvenida Monago a los "pequeños embajadores del Sáhara" tras su reunión con el representante de este colectivo en Extremadura, Badadi Benamar. "Vamos a seguir ayudando para que se siga impulsando este programa" --que se lleva a cabo desde 1995--, dijo Monago, que añadió que intentarán solucionar los problemas que puedan surgir. Su tono era relajado. "Veo a muchos del Real Madrid, por los peinados de punta que lleváis", bromeó. Y no iba desencaminado, pues la asociación de Don Benito ha conseguido que la plantilla de este equipo de fútbol les firme dos balones que rifarán en octubre.