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protección del medioambiente

Un nuevo pecado, el ecológico

Tras tres semanas de intensos debates sin público, el documento final del sínodo arranca con una larga denuncia que ocupa varios capítulos contra la violencia y los «depredadores» de la Amazonia, como ninguna institución mundial, tan siquiera la ONU, habían realizado nunca.

«Detrás de todo esto están los intereses económicos y políticos de sectores dominantes, con la complicidad de algunos gobernantes y de algunas autoridades indígenas», afirma el documento, que invita a «escuchar la Amazonía» y «aprender de ella». Los científicos que han participado en el sínodo han afirmado que «un 17% de la selva amazónica ha sido deforestada» y que de seguir así «se amenaza la superviviencia de todo el ecosistema mundial».

«El momento presente de la Iglesia es una oportunidad para diferenciarse de las nuevas potencias colonizadoras, escuchando a los pueblos amazónicos», escriben los obispos, que han propuesto la introducción del «pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente».

El documento también propone «crear ministerios para el cuidado de la casa común en la Amazonia, dedicados a cuidar el territorio y las aguas junto con las comunidades indígenas, y un ministerio de acogida para los desplazados de su territorio hacia las urbes». Estos nuevos se sumarían a los ya existentes ministerios laicos, como los de comentar la Palabra de Dios, servicio al altar, comunión de los enfermos, y acompañamiento espiritual. R. D.

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