«Todos nacemos desnudos y el resto es drag». Parafrasea Jorge Rivero (Santa Marta de los Barros, 1997) al drag queen RuPaul, referente en la escena y en la comunidad LGTBI. El reloj todavía no ha alcanzado las siete de la tarde. Pero es domingo y este joven ya se prepara para convertirse por la noche en Femurosa, su ‘alter ego’ drag que conduce el ‘Dobingo’ que se celebra todas las semanas en el pub cacereño Nebbia. El Periódico Extremadura le acompaña en su jornada de trabajo.

Rivero viste chandal y una camiseta blanca. Es un chico tímido y dulce que, diligente, se afana por colocar todos sus bártulos en el local y prepararse para su actuación mientras cuenta su experiencia. «En maquillarme y ‘montarme’, como decimos en el mundillo, puedo tardar aproximadamente dos horas y media. Esto es todo un proceso, tengo que afeitarme bien, taparme las cejas y a partir de ahí pintarme y luego vestirme y ponerme la peluca», explica. Rivero llegó a Cáceres para estudiar Moda y Teatro. Cuenta que «desde siempre» ha visto transformismo: «Me encanta el teatro, la caracterización, RuPaul… Y soy maricón así que me dije ‘tienes que probarlo’», rememora.

Precisamente este domingo 31 de octubre, noche de Halloween, Rivero cumplía su cuarto aniversario de incursión en el mundo del drag. «Estaba en una fiesta y me lancé. Como drag profesional llevo tres años. Recuerdo que mi primera canción aquí –señala al escenario– fue ‘Bella y bestia son’ y a la gente le encantó», afirma satisfecho. Rivero pierde la vergüenza a la vez que se va poniendo maquillaje: «Este espejo es maravilloso, me lo regaló Coque (el dueño del local) por mi cumpleaños. También lo uso para el teatro y me va a venir ideal para la gira». El joven actor actualmente interpreta a un transformista en la obra Querida amiga, que se representó hace un mes en el Gran Teatro de Cáceres y en breves comienza su gira por la región. Pero esta noche este artista vuelve a ponerse en la piel de Femurosa, su personaje drag. «A la 'Femu' la definiría como divertida, irreverente e inocentona. Le gusta la picardía pero sin ser obscena. Es agradable y lo que quiere es hacerlo pasar bien a los demás», describe. «Yo soy un poco más tímido y el drag me ha ayudado mucho a aceptarme a mí mismo y a sentirme empoderado», añade.

Rivero se pone la base para convertir su rostro en una «patata» que pintar. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Rivero cuenta que el personaje es fruto tanto de su creatividad como de la de otras drags locales y amigos que le «apadrinaron» y le ayudaron. «En un principio iba a ser un personaje más oscuro, porque a mí me gusta mucho el cine de terror, por eso le puse Fémur, como el hueso. Pero en la práctica resultó un personaje que no daba miedo y entonces le añadimos el ‘rosa’», explica.

El cine no es la única referencia de Jorge, un joven que en su casa escucha trap y R&B pero que conoce al dedillo las biografías de folclóricas y cupletistas míticas como por ejemplo la extremeña Olga Ramos. «Si algo me define es que soy una persona muy curiosa. Cualquiera me cuenta lo que sea y yo disfruto escuchando. Y luego busco más información y ‘bicheo’ por internet», señala.

En este momento de la conversación la cara de Jorge ya se ha convertido en lo que él define como una «patata». «Una vez que tengo toda la base puedo empezar a maquillarme. Me gusta más decir que me pinto, porque para mí la cara es como un lienzo», dice. Rivero empieza a sacar pinceles, se contabilizan casi una veintena, y paletas de maquillaje. «La maleta de una drag es lo más sucio que hay», bromea. «Yo siempre digo que esto antes era un hobby caro y ahora es una parte de mi trabajo, también cara», ríe. Concentrado, empieza a pintarse los ojos. «Hoy me voy a hacer unas alitas de murciélago por Halloween», cuenta. Con un buen pulso, se pone manos a la obra. «Cuando acabas con los ojos, toca el counturing –una técnica de maquillaje con la que se contornea el rostro-- y lo último son los labios», explica.

Lo primero que se maquilla son los ojos, después ‘contouring’ y los labios. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Pero el maquillaje es solo una parte del proceso, luego le toca vestirse con piezas que él mismo ha diseñado previamente. «Mira, las argollas que me vais a ver hoy me las dio una amiga, que las sacamos de una cortina que iba a tirar. Aprovecho todo, cualquier cosa, para mis vestidos. Soy una drag eco-friendly», ríe. Conforme se va transformando, Rivero va ganando desparpajo y empieza a hablar en femenino. Se está convirtiendo en Femurosa.

Mientras muestra la peluca negra que se va a poner esa noche, contabiliza en unas 30 las piezas que aproximadamente tiene entre prendas, zapatos y otras pelucas para su personaje: «En casa cada vez tengo menos espacio para la vida de Jorge».

Disciplina artística

Rivero también actúa como Femurosa en despedidas de soltera. «Solo trabajo en despedidas de mujer o mixtas porque creo que los hombres me fetichizarían, no me verían como una artista», argumenta. «El drag no es vestirse de mujer. Por eso tampoco me gusta que se diga que es misógino. Esto es una disciplina artística en la que está la moda, la actuación, el hablar, cantar, bailar…», continúa. «Claro que el drag es político. Hay gente que piensa que esto es una aberración y por eso tenemos que reivindicarlo. El drag es un canto a la libertad. Supone tirar por tierra los roles de género», añade.

Por eso Rivero está satisfecho con que esta disciplina cada vez sea más conocida por el gran público, gracias a programas de televisión como ‘Drag Race’. «Mi sueño sería hacer drag para niños. No debería estar restringido a la noche porque es luz y fantasía. Debe ser irreverente pero no escandaloso ni maleducado. Yo digo que somos como payasos y no ofendemos a nadie».

Femurosa se mira al espejo mientras coloca su peluca. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

La actuación

Con el maquillaje hecho, Rivero ya es Femurosa. Si antes hablaba con calma y pausado ahora se abre y gesticula. «Normalmente hago lip sync (playback) pero últimamente también me ha dado por cantar. Me gustan mucho las folclóricas. Imito muy bien a Lola Flores», dice remedando la voz de La Faraona. «También me encanta la Jurado, Mónica Naranjo… Busco artistas y música que me permitan ser muy teatral». Este domingo, por ser la Noche de Muertos, ha elegido un remix de ‘La llorona’ para abrir su actuación, que, después del ‘Dobingo’, cerrará con ‘Bailando’, de Alaska y Los Pegamoides. «Ella es otro de mis referentes. Con el reality que hizo con Mario –‘Alaska y Mario’, programa de MTV-- aprendí muchas referencias de la cultura pop y el camp (un tipo de estética basada en la exageración del arte popular)», detalla.

La ‘Femu’ es también «muy de humor cañí». «Me encantan Los Morancos o Martes y Trece. Ese es mi tipo de humor. También intento estar al día de lo que pasa en la actualidad para lanzar chistes sobre esos temas», explica. «Antes del bingo, paseo entre el público y les hago preguntas. Es una manera de interactuar con ellos y conocerles. Saber qué les puede divertir», añade.

Son las nueve de la noche y mientras la gente ya está llenando el local, la Femurosa se echa perfume como colofón a su transformación. Viste cuero negro y camisa roja, con guantes y unas grandes botas de plataforma. «No es tanto tacón» –asegura--, «además, andar con estos zapatos es un talento de todo homosexual», bromea.

Femurosa en el Nebbia, lista para su actuación. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Es la hora de salir. En un Nebbia ya repleto Femurosa hace su aparición estelar. Conoce a los clientes habituales y también interactúa con los nuevos. Su humor es tan rápido como blanco y el público del local sucumbe rápidamente. La ‘Femu’ se coloca al lado de la ruleta para el ‘Dobingo’ con una copa, sobre la que también bromea. Si bien antes, cuando se estaba maquillando, aclaraba muy serio: «Nunca me tomo más de una copa. El ocio del público es mi trabajo».

Un público que con cada consumición recibe un cartón para jugar. El premio gordo de la noche es una televisión de plasma. Femurosa se sienta al lado de las bolas y empieza a decir números con la misma rapidez con la que cuela su humor. Ella define el drag como un «carnaval constante». Su creador, Rivero, lo confirmaba antes mientras se transformaba: «Si le pones límites al drag, ya no es drag». Tampoco se pone límites Rivero, cuyo objetivo es seguir aprendiendo y creciendo. «La ‘Femu’ aún es un personaje que tiene desarrollo y yo soy joven. Quiero experimentar y ponerme nuevos retos», afirma. Quedan Femurosa y ‘Dobingos’ para rato. 

Femurosa canta junto a la ruleta del 'Dobingo' JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Breve historia de la progresión del drag

El nacimiento del drag como arte se sitúa en el siglo XIX, cuando se empezó a representar en el teatro de variedades. Tal y como ocurre en la actualidad, los actores se caracterizaban de una manera exagerada y excéntrica que tiene como objetivo, además de entretener y divertir, burlarse de los roles de género y las nociones tradicionales de masculinidad y feminidad. Esta disciplina ha continuado en el siglo XX, desarrollándose dentro del ambiente gay, y se ha ido popularizando con el paso del tiempo, a la par que el colectivo LGTBI ha conquistado derechos. El programa de televisión ‘RuPaul Drag Race’ abrió al gran público la cultura drag desde su estreno en Estados Unidos en el año 2009, con un éxito global. En España, Atresmedia estrenó la versión nacional de este formato con ‘Drag Race’ en mayo de este año y el programa ya ha sido renovado para una segunda temporada. 

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