Estudió Periodismo en la UCM y actualmente es jefa de prensa de la vicepresidenta primera y consejera de Hacienda de la Junta de Extremadura, Pilar Blanco-Morales. A lo largo de su trayectoria ha trabajado en varios medios de comunicación. Junto a la prensa, su otra pasión es el ajedrez, la disciplina que le ha enseñado a perseverar para conseguir sus objetivos.

-¿Hacienda somos todos?

-Es una de las frases que se debería siempre aplicar, aunque hay muchas diferencias entre la Hacienda regional y la estatal. Tenemos que seguir haciendo pedagogía de cómo se gestionan nuestros impuestos y para qué sirven.

-¿Cómo hacer leíble el periodismo económico?

-Quizá tengamos que hacernos nosotros, los periodistas, esa pregunta cada día. Pero pienso que se debe intentar buscar el lenguaje más cercano, a lo que nos afecta. Cualquier persona administra una economía familiar y al final el periodismo económico no deja de ser una extrapolación de eso a un nivel más alto. Es verdad que nos falta ponernos en el lugar del lector, porque utilizamos bastantes conceptos que damos por sobreentendidos.

-¿Los números mueven el mundo?

-Sí. Y no solo en lo que se refiere al concepto de Economía sino en digitalización o en cualquier cosa que movamos y hagamos en nuestro día a día son fundamentales los números. Incluso cuando nos planteamos retos debemos dar un número determinado de pasos para llegar a un objetivo, siempre teniendo en cuenta lo personal más allá de lo económico.

-¿Cuál diría que ha sido su mejor reportaje?

-Es complicado decirlo. Me gusta mucho una serie que hicimos de la historia parlamentaria de Extremadura cuando se cumplió el 25 aniversario de la Asamblea y otra sobre cada uno de los monumentos de Mérida, de dónde venían, que al final se trata de adquirir conocimientos propios y exportarlos a los demás. Una ciudad como Mérida, romana, histórica, cuyos monumentos paseamos todos los días, el recordarlos y hacernos una idea de su grandeza, que algunos se aprovechan incluso para la misma función que tuvieron en su origen, creo que es una lección maravillosa de vida.

-¿Qué nos da el ajedrez?

-Es una disciplina en la que nunca paras de aprender. Cuando te dedicas intensamente a ello tienes todavía más dudas y parece que sabes todavía menos. Te da muchas herramientas, a la hora del cálculo, por ejemplo, pero a la hora también de plantear una estrategia porque el ajedrez no es mover piezas sin sentido sino que todas juntas vayan a un mismo fin. Y esas mismas capacidades podemos aplicarlas a nuestra vida: la empatía con el rival, el ponerte en su lugar... Al final son pequeñas lecciones que interiorizas y luego las aplicas.

-¿Qué es mejor, una gran defensa o un ataque?

-Soy más de ataques, pero al final hay que encontrar un equilibrio. De nada te sirve poseer un equilibrio muy bueno si en ese momento descuidas tu defensa y pierdes la partida. Hay que tener presente que para atacar debes tener a tu rey y tus piezas muy bien defendidas.

-¿Karpov o Kasparov?

-Por mi generación siempre he sido más de Kasparov. Pero es verdad que son dos figuras importantes y pusieron el ajedrez en el mapa.