Ensalzar las canas es una de las tendencias más populares del momento. Lejos ha quedado la creencia de que el cabello blanco o gris es síntoma de dejadez o una manera de echarse una década encima. Este verano ha evolucionado hacia una nueva forma de destacar las canas, concretamente, con las mechas de espiga.

Celebrities como Sarah Jessica Parker, Jennifer Aniston o Gwyneth Paltrow, que rondan la cincuentena, han puesto de moda estas mechas y han motivado a que muchas otras mujeres hicieran lo mismo.

Por lo tanto, ¿en qué consisten las mechas de espiga?

En lugar de teñirlas de otro color, se resaltan entrelazando las hebras grisáceas con mechas de diferentes tonalidades de platino. Se crea un patrón en forma de zig zag, parecido a una espiga, de ahí su nombre.

Las mechas se crean en dirección diagonal y se difuminan de la raíz, de modo que se disimula el patrón irregular de las canas y su distribución dispersa. Así, el crecimiento de las canas parece más homogéneo y se logra una mezcla equilibrada entre tonos cálidos y fríos.

Para elegir el tono adecuado de las mechas, recomendamos acudir a un colorista experimentado. Por lo general, con la decoloración de los reflejos, se originan un par de tonos nuevos y se da dimensión a los naturales.

Estas mechas se denominan a partir de patrones del color de la madera, que es lo que utilizan los peluqueros para analizar los matices del cabello: de roble, de haya o nogal.